Aquí hay una versión natural en francés:
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**Una madre se gana la vida recogiendo basura, su hija queda marginada durante 12 años de la escuela, pero en la graduación, pronuncia una frase que hace estallar en lágrimas a toda la sala**
Durante doce años de escuela, el apodo de “chica de la basura” se convirtió en el nombre de Lily Carter, una estudiante de una pequeña escuela secundaria en Fresno, California.
El padre de Lily murió en un accidente cuando su madre tenía solo tres meses de embarazo.
Su madre, María Carter, una mujer pequeña de hombros delgados, se ganaba la vida recogiendo materiales reciclables en los suburbios.
Deambulaba por callejones y vertederos, recogiendo cada lata, cada trozo de papel, cada botella de plástico, y los vendía para criar a su única hija.
El primer día de clases, Lily llevaba un uniforme viejo que su madre le había pedido a una vecina. El parche en la rodilla y los zapatos desgastados la convertían en el hazmerreír de todos. En el recreo, mientras sus amigas comían sándwiches, pizza o bebían refrescos, Lily solo tenía un trozo de pan seco.
Un día, un trozo de pan cayó al suelo, y algunos compañeros que pasaban tiraron su bandeja a propósito antes de estallar de risa:
¡Uf! ¡La chica de la basura dejó caer su basura!
Lily se agachó, recogió el trozo de pan, lo sacudió y siguió comiendo.