Un profesor sin esposa ni hijos acepta adoptar a tres huérfanos, y el final es simplemente inimaginable…

### «El maestro que eligió la familia» — Segunda parte

Los años pasaron, y el vínculo entre Thomas Avery y sus tres hijos se fortaleció aún más.

Cuando Lily, Grace y Ben finalmente alcanzaron el éxito —cada uno en una carrera dedicada a ayudar a los demás— comenzaron a planear una sorpresa.

Ningún regalo podría realmente pagar lo que Thomas les había dado: un hogar, una educación y, sobre todo, amor. Pero querían intentarlo.

Una tarde soleada, lo llevaron en coche hasta allí, sin decirle adónde iban.

Thomas, ya cincuentón, sonrió perplejo mientras el coche giraba hacia un camino arbolado.

Cuando se detuvieron, se quedó sin palabras: ante él se alzaba una magnífica villa blanca con vistas a las colinas, rodeada de flores, con un letrero en la entrada:

«La Casa Avery».

Thomas parpadeó, conmovido.

«¿Q-qué es?», susurró.

Ben le rodeó los hombros con un brazo.

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