Un millonario contrató a una niñera para cuidar a su hijo con discapacidad y lo que vio le rompió el corazón víctor Alemán era de esos hombres que no hablan mucho pero cuando lo hacían todos escuchaban dueño de una cadena de hoteles de lujo siempre vestía elegante siempre llegaba puntual y siempre tenía cara de que todo le molestaba desde que su esposa murió se convirtió en alguien frío casi como una máquina solo vivía para trabajar a veces parecía que se había olvidado de su hijo Julián un niño de 7 años con parálisis cerebral que apenas podía mover los brazos y no hablaba julián pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en su cuarto con una enfermera que cambiaban cada dos o tres meses ninguna duraba mucho casi todas salían llorando o hartas y Víctor aunque decía que le importaba a su hijo en el fondo no sabía cómo acercarse le dolía verlo así le daba culpa y en vez de enfrentarlo huía un día la última enfermera renunció dijo que no podía más que Julián tenía episodios muy fuertes y que se ponía agresivo lo exageró claro pero a Víctor no le sorprendió ni preguntó mucho solo llamó a su secretaria le pidió que buscara a alguien nuevo y volvió a encerrarse en su oficina quería a alguien rápido sin tanto trámite no tenía tiempo para entrevistas largas ni dramas alguien que supiera cuidar niños con discapacidad y que sobre todo no causara problemas a los dos días la secretaria le mandó una lista con tres candidatas las primeras dos no convencieron a Víctor una hablaba demasiado la otra se veía como si no tuviera
idea de lo que hacía pero cuando entró la tercera algo cambió era una chava joven con una coleta despeinada jeans rotos y una mochila vieja que traía colgando de un solo hombro se llamaba Mariana no parecía la típica niñera ni tenía ese aire de experta como las otras pero cuando se sentó frente a Víctor no se puso nerviosa lo miró directo a los ojos y le habló sin rodeos no tengo título en enfermería pero sí sé cuidar a un niño con discapacidad lo hice con mi hermano por casi 10 años dijo sin bajar la mirada víctor la observó frunciendo el ceño ¿y qué le pasó a tu hermano murió hace dos años no voy a mentir ni a ponerme sentimental solo quiero trabajar y sé que puedo hacerlo bien si no le sirve no hay problema tengo otras entrevistas eso lo descolocó nadie le hablaba así tan directo mariana no parecía querer impresionarlo no pedía lástima ni andaba vendiendo humo víctor no respondió de inmediato solo apretó la mandíbula y luego se paró de su silla “ven vamos a ver cómo te va con Julián. ” lo llevó al cuarto del niño era amplio con una ventana grande que daba al jardín juguetes caros que nadie usaba una tele apagada y una cama ajustable julián estaba en una silla especial hacia la ventana no reaccionó al oírlos entrar solo movió ligeramente la cabeza mariana lo miró unos segundos se acercó sin decir nada se agachó hasta quedar a su altura y le sonrió no lo tocó no le habló de inmediato solo lo observó después de unos segundos le mostró una pelota blanda que traía en su mochila ¿te gusta jugar con
esto julián parpadeó algo en sus ojos brilló no fue una sonrisa ni una risa pero sí hubo un pequeño cambio víctor lo notó no estaba seguro pero lo notó mariana le pasó la pelota con suavidad la dejó en sus manos y esperó julián la apretó un poco con los dedos y por primera vez en semanas emitió un sonido suave como un quejido pero sin dolor casi como si se sintiera cómodo “no habla” dijo Víctor desde la puerta no hace falta que hable para saber lo que siente” contestó Mariana sin mirarlo después de unos minutos Mariana se levantó “¿le parece si empiezo mañana?” preguntó con un tono que no era arrogante “pero sí seguro.” Víctor norespondió solo asintió con la cabeza y salió de la habitación caminó por el pasillo con la mente revuelta no sabía si había tomado una buena decisión pero algo en esa chava le daba buena espina o por lo menos mejor espina que las otras esa noche no pudo dormir bien se quedó viendo una foto de su esposa en el buró la misma de siempre con Julián en brazos cuando era un bebé ella sí sabía cómo manejar todo ella sí tenía esa chispa que ahora parecía perdida en la casa él solo se sentía un extraño un tipo que no sabía cómo ser