El romero (Rosmarinus officinalis) es mucho más que una hierba aromática para sazonar comidas. Desde la antigüedad, ha sido valorado por sus notables propiedades medicinales. Originario del Mediterráneo, este arbusto perenne ha sido utilizado tanto en la cocina como en la medicina natural por sus efectos antioxidantes, antiinflamatorios y estimulantes.
Una de las propiedades más reconocidas del romero es su capacidad para mejorar la circulación sanguínea y estimular la memoria. Se ha demostrado que su aroma puede aumentar la concentración y reducir la fatiga mental. Además, gracias a sus compuestos activos como el ácido rosmarínico y el cineol, también actúa como un poderoso analgésico natural, ideal para aliviar dolores musculares, articulares y de cabeza.
El romero también tiene un fuerte efecto antibacteriano y digestivo. Consumido como infusión o añadido a los alimentos, puede ayudar a calmar los gases, aliviar cólicos estomacales y mejorar la digestión pesada.
Receta 1: Infusión de romero para la memoria y la digestión
Ingredientes:
