Se lleva a cabo de forma muy sencilla:
– Encuentra una posición cómoda: sentado, de pie o acostado.
– Abra suavemente la boca hasta donde se sienta cómodo.
– No te esfuerces por lograr la máxima apertura: la sensación de estiramiento es importante, pero sin dolor.
– Mantenga esta posición durante 1 minuto.
– Haga este ejercicio en cualquier momento del día, especialmente después del estrés. Personalmente lo practico 2-3 veces al día, especialmente en momentos de tensión interna.
¿Quieres potenciar el efecto? Añade un masaje suave: