– Siéntate derecho, mantén la espalda recta.
– Abre la boca como en el ejercicio.
– Coloque las palmas de las manos sobre la zona de los músculos masticadores, una encima de la otra.
– Masajea esta zona con suaves movimientos circulares: 30 segundos en el sentido de las agujas del reloj y la misma cantidad en el sentido contrario a las agujas del reloj.
– Mueva las palmas de las manos hacia las sienes y masajee los huecos temporales de la misma manera, 1 minuto de cada lado.
– Importante: la presión debe ser notoria, pero suave. La fuerza no dará un mayor efecto, sólo causará irritación.
Si haces este ejercicio regularmente los resultados no tardarán en llegar. El rostro se relajará, estará menos hinchado, la mirada estará más abierta y la línea de la mandíbula estará más definida.
A veces, no son suficientes las cremas nuevas para marcar la diferencia, sino una nueva conciencia de nuestro cuerpo.