Los moretones, también conocidos como hematomas, son decoloraciones en la piel que resultan de la ruptura de pequeños vasos sanguíneos bajo la superficie cutánea. Generalmente, se asocian con golpes o lesiones. Sin embargo, es posible que aparezcan sin una causa aparente. A continuación, exploraremos las posibles razones detrás de estos moretones espontáneos.
Envejecimiento de la piel
Con el paso de los años, la piel y los tejidos subyacentes tienden a volverse más delgados y menos elásticos. Esta disminución en la elasticidad y grosor hace que los vasos sanguíneos sean más susceptibles a romperse incluso con traumas mínimos o imperceptibles, resultando en la formación de moretones sin una causa evidente.
Deficiencias vitamínicas
La carencia de ciertas vitaminas puede aumentar la propensión a desarrollar hematomas:
- Vitamina C: Esencial para la producción de colágeno, una proteína que fortalece los vasos sanguíneos. Una deficiencia puede debilitarlos, facilitando su ruptura.
- Vitamina K: Fundamental en el proceso de coagulación sanguínea. Niveles bajos pueden provocar una coagulación ineficaz, aumentando el riesgo de sangrados y moretones.
Trastornos de la coagulación
Algunas condiciones médicas afectan la capacidad del cuerpo para coagular la sangre adecuadamente, lo que puede derivar en la aparición frecuente de hematomas. Entre estas condiciones se incluyen:
- Trombocitopenia: Disminución en el número de plaquetas, células responsables de la coagulación.
- Hemofilia: Trastorno genético que impide la coagulación normal de la sangre.