Millonario encuentra a su exesposa negra en un restaurante – con trillizos que se parecen a él…. Millonario encuentra a su exesposa negra en un restaurante con trillizos que se parecen a él…

Después de cinco años sin verla, seguía siendo la mujer más hermosa que había conocido.

Su piel de ébano brillaba bajo la luz tenue del restaurante y su sonrisa —esa sonrisa que una vez fue solo para él— ahora iluminaba el rostro de tres pequeños que no podían tener más de cuatro años.

Trillizos.

Tres niños idénticos con rasgos que Marcus reconoció inmediatamente… porque los veía cada mañana en el espejo.

El tenedor se le cayó de la mano, produciendo un sonido metálico que resonó en su cabeza como un gong.

Su corazón comenzó a latir tan fuerte que temió que todo el restaurante pudiera escucharlo.

Los niños tenían sus mismos ojos verdes, la misma línea de la mandíbula, incluso la misma forma de inclinar la cabeza cuando concentraban su atención en algo.

Marcus recordó vívidamente la última pelea que tuvieron.

Amara había estado actuando extraña durante semanas: llegando tarde a casa, evitando su mirada, rechazando sus caricias.

Él, cegado por los celos y la paranoia, la había acusado de tener una aventura.

Las palabras hirvientes volaron como dagas entre ellos esa noche.

— Nunca me has confiado realmente —le había gritado él.

— Siempre he sentido que escondes algo.
Y tú nunca me has amado por quien realmente soy —había respondido ella entre lágrimas—.
Solo soy otro trofeo en tu colección.

Esa fue la última conversación que tuvieron como esposos.

A la mañana siguiente, Amara se había ido, llevándose solo una maleta
y dejando atrás los papeles de divorcio firmados sobre la mesa de la cocina.

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