“Millonario encontró a su empleada doméstica amamantando a su bebé y tomó una decisión inesperada.DIUY

Él sabía exactamente cómo planchar camisas.

Mantenía las plantas vivas en un apartamento donde todo moría y no sabía nada sobre su vida real.

Las trabajadoras domésticas tienen derecho a licencia de maternidad.

-Dijo lentamente, recordando vagamente algún artículo que había leído.

Camila soltó una risa amarga y sin humor.

Disculpe, señor.

Trabajo por días.

No tengo un contrato formal.

No tengo seguro.

Si me voy por 18 semanas, cuando regrese habrá otra chica limpiando su casa.

La realidad la golpeó como una bofetada en la cara.

Alejandro había asumido que todo estaba en orden porque le pagaban bien, mejor que la media.

Nunca se había parado a pensar en los detalles legales, en la seguridad real que ofrecía o no ofrecía.

Y el padre preguntó, sintiéndose como si caminara sobre un campo minado.

Ricardo Sandoval desapareció al enterarse del embarazo.

Él dijo que no era su problema.

Isabela se movía en los brazos de su madre, haciendo pequeños sonidos.

Camila la acomodó con movimientos expertos, comenzando a tararear una canción que Alejandro no reconoció, probablemente una canción zapoteca que había aprendido de su abuela.

El teléfono de Alejandro vibró.

Un mensaje de su abogado.

Auditoría de inmigración programada para trabajadores domésticos la próxima semana.

Espero que todo esté en orden.

El momento fue cruel o perfecto según desde dónde se lo mire.

Camila dijo lentamente, necesitamos hablar.

Ella asintió, preparándose para lo peor.

Había experimentado esta escena antes en otras casas con otras familias.

Juegos familiares

Leave a Comment