los organizadores fue de pánico uno preguntó si se podía poner una pista grabada otro dijo que mejor contratar un DJ de última hora otro más sacó su celular y empezó a llamar desesperado a todos los
contactos que tenía en la agenda nada funcionaba era tarde nadie llegaría a tiempo y Gerardo no aceptaba excusas el encargado del audio un chavo flaco con cara de que no dormía desde ayer soltó de
golpe oye ¿y si le pedimos a la chava esa la de limpieza la que toca el piano nadie entendió de qué hablaba él
explicó que un par de veces la había visto tocar después de los eventos nunca había dicho nada porque no quería meterla en problemas pero juraba que sabía tocar bien una supervisora que andaba con una
libreta en la mano se le quedó viendo como si se hubiera vuelto loco julia la de mantenimiento el del audio asintió con la cabeza sí ella toca mejor que el tipo ese que se accidentó te lo juro no está
inventado la he escuchado yo solo uno de los organizadores se rió pero otro el que estaba más desesperado dijo que no perdían nada con intentarlo
si servía servía y si no pues ya se habían quedado sin opciones nadie iba a ir a decirle a Gerardo que el piano iba a estar de adorno no si querían seguir trabajando ahí mañana así que fueron por ella
julia estaba atrapeando el piso 14 justo afuera de uno de los salones de juntas llevaba los audífonos puestos con la música bajita por eso no escuchó cuando la llamaron al principio cuando al fin
levantó la vista vio a una supervisora y a un organizador que no conocía muy bien los dos con cara de urgencia oye Julia necesitamos que bajes
al salón diamante ahorita ella se quitó los audífonos no entendía nada pasó algo nada grave pero tú sabes tocar el piano ¿no julia se quedó congelada su primer instinto fue negarlo todo decir que no
sabía que se habían confundido que ella solo lo hacía por diversión por desahogo pero no alcanzó ni a abrir la boca la supervisora ya la estaba empujando suavemente hacia el elevador no es pregunta
Julia ya nos dijeron que sí sabes y no hay tiempo necesitamos que lo toques tú julia sintió cómo se le iba la sangre a los pies entró al elevador con el corazón en
la garganta ¿quién había dicho eso ¿por qué lo habían soltado justo ahora ¿y qué se suponía que iba a hacer ella frente a toda esa gente rica y elegante pero yo no tengo ropa ni sé que tengo que tocar
balbuceo no importa n más siéntate y toca algo lo que tú sepas lo que te salga y si no les gusta pues ya veremos pero si no haces nada Gerardo va a explotar y si explota explota con todos el elevador
llegó al piso del salón julia salió con las de piernas temblorosas tenía las manos sudadas el cabello recogido con un pasador mal puesto y la
blusa de trabajo manchada de cloro se sintió como un pez en medio de un incendio todo brillaba demasiado había gente arreglando centros de men incientos mesa acomodando las copas limpiando el piano
uno de los asistentes de Gerardo la miró de arriba a abajo no dijo nada solo le señaló el banco del piano con la barbilla julia caminó hasta ahí como si fuera al patíbulo se sentó y vio sus propias
manos no podía dejarlas de temblar una señora que parecía encargada de imagen le trajo un chal negro y se lo puso encima no servía de mucho pero al
menos ya no se le notaban las manchas del uniforme otra empleada le amarró el cabello en una coleta más firme y uno de los meseros le ofreció agua julia apenas dio un sorbo y entonces apareció Gerardo
entró con paso firme como siempre acompañado de Daniela y de dos empresarios que traía de visita todos se detuvieron al ver a Julia sentada frente al piano gerardo frunció el ceño se acercó al
encargado del evento y le preguntó en voz baja qué estaba pasando el encargado le explicó rápido lo del accidente y la alternativa improvisada gerardo no dijo nada se
quedó mirando a Julia con una sonrisa ladeada como si le divirtiera como si fuera un juego daniela soltó una risa corta y se inclinó a decirle algo al oído pero él la ignoró “bueno,” dijo Gerardo en
voz suficiente para que se escuchara en todo el salón vamos a ver qué tanto puede hacer la señorita julia sintió que todo el cuerpo se le apretaba respiró profundo cerró los ojos colocó las manos
sobre las teclas no tenía partitura no tenía plan solo sabía que si no tocaba algo se iba a quedar paralizada frente a
todos y tocó julia tenía los dedos en el piano apenas tocando las teclas como si fueran agua helada no podía pensar en nada solo escuchaba su respiración cortada y el silencio incómodo del salón
delante de ella un mar de mesas con manteles blancos copas brillando bajo la luz y gente elegante empezando a acomodarse al fondo Gerardo Alcázar recargado con los brazos cruzados y Daniela sentada
con una pierna sobre la otra mirándola como quien ve una cucaracha en una vitrina vamos muchachita” dijo Gerardo con tono burlón “queremos escuchar ese gran
talento de la zona de lavandería.” Algunas risas se escaparon entre los invitados que ya estaban entrando una mujer se cubrió la boca para disimular un hombre le comentó algo a su esposa y ella soltó