Aquí tienes las seis vitaminas y nutrientes recomendados para calmar tu respuesta al estrés y reducir la ansiedad:
Vitamina B1 (Tiamina)
La mayoría de las personas con ansiedad tienen deficiencia de tiamina (vitamina B1). Partes del cerebro, como la amígdala y el hipocampo, utilizan las reservas de vitamina B1 para obtener energía cuando estás estresado, sensible o te sientes amenazado. El consumo de azúcar, alimentos refinados o bebidas con cafeína también puede reducir la vitamina B1. Para solucionar esto, toma de 2 a 3 cucharadas de levadura nutricional sin fortificar al día, añadiéndola a sopas, guisos o ensaladas. También puedes obtener más vitamina B1 comiendo semillas de girasol, carne de cerdo orgánica, huevos de gallinas de pastoreo y pescado salvaje.
Probióticos
Tu intestino está repleto de microbios beneficiosos que ayudan a descomponer los alimentos y a mantener tu salud general. Estos microbios también producen vitaminas B, como la B1, la B2 y la B12, entre otras, que ayudan a estabilizar el estado de ánimo y a prevenir la ansiedad prolongada. Sin embargo, estos microbios pueden ser destruidos por antibióticos, edulcorantes artificiales como el aspartamo o productos no orgánicos rociados con herbicidas e insecticidas químicos. Para mejorar la salud de las bacterias intestinales, consuma verduras fermentadas como chucrut, kimchi, pepinillos y kéfir al menos tres veces por semana. También puede tomar un suplemento probiótico de al menos 100 mil millones de UFC al día.
Vitamina D
Las personas que sufren ansiedad y trastornos del sueño suelen tener niveles altos de cortisol. Para contrarrestar esto, la exposición al sol estimula la producción de vitamina D, que ayuda a reducir el cortisol. Tome 10 000 UI de vitamina D3 con 100 mcg de K2 al día para aliviar el estrés y recuperar el equilibrio corporal.
Magnesio y potasio