La actividad regular de los pies ayuda no solo a mejorar la circulación sanguínea, sino también a activar el flujo linfático, lo que ayuda a eliminar el exceso de líquido y toxinas, reduciendo la carga en el corazón y los vasos sanguíneos.
2. Movilidad: salud de las articulaciones y de todo el cuerpo.
La movilidad del pie no es sólo una cuestión de comodidad. De su trabajo depende el estado de todo el sistema musculoesquelético.
Cada paso es un proceso complejo: el pie debe rodar suavemente desde el talón hasta la punta, proporcionando amortiguación. Si este mecanismo se altera, no sólo sufren los pies, sino también otras partes del cuerpo:
el dolor se produce en el talón o en el arco del pie;
se desarrollan espolones calcáneos y fascitis plantar;
los músculos de la pantorrilla se sobrecargan, lo que puede provocar una inflamación del tendón de Aquiles;
La carga sobre las rodillas, las articulaciones de la cadera y la espalda baja aumenta, lo que provoca dolor y malestar.
La inmovilidad de los pies desencadena una reacción en cadena de problemas en todo el cuerpo. Afortunadamente, esto se puede evitar.
3. El soporte es la base del cuerpo.
Los pies son la base del cuerpo, soportan toda la carga al moverse. Amortiguan los golpes, protegiendo las articulaciones y la columna vertebral.
Pero si los pies no funcionan correctamente, el peso se distribuye de manera desigual. Esto provoca la deformación de los dedos (dedos en garra o en martillo) y la formación de callos y durezas. Y un apoyo incorrecto del pie puede provocar dolor crónico en la espalda baja y las articulaciones.
¿Por qué duelen los pies?
Podrían haber muchas razones:
estilo de vida sedentario;
zapatos incómodos;
cambios relacionados con la edad;
lesiones e inflamaciones.
A menudo la gente ignora los primeros signos de advertencia: fatiga leve, callos, molestias en los talones. Pero si no prestamos atención, con el tiempo esto puede convertirse en problemas graves.
¿Cómo mantener los pies sanos?
1. Los ejercicios son una solución fácil a problemas complejos.
El ejercicio regular ayuda a mantener la movilidad de los pies, mejora la circulación y fortalece los músculos. A continuación se presentan algunas técnicas sencillas pero efectivas:
Levantar los dedos de los pies y bajar los talones activa los músculos de la pantorrilla y el flujo venoso.