La Obligó a Abortar Para Ser Libre. Ella Huyó al Sur Embarazada. Siete Años Después, Regresó con Gemelos… Y un Plan Para Destruir el Imperio de Su Exesposo

Durante el día, criaba a sus hijos. Por las noches, estudiaba. Se inscribió en un curso de terapia estética, aprendió sobre spas, productos, administración…

Con esfuerzo y visión, cinco años después, abrió su primer spa en Zapopan.

Su reputación creció rápidamente.

Los gemelos, curiosos y brillantes, solían preguntar:

—“Mami, ¿dónde está nuestro papá?”

Ella simplemente sonreía, con ternura y un dejo de tristeza:

—“Está lejos. Él y yo nos amamos una vez… pero ahora, somos solo nosotros tres.”

Cuando los niños cumplieron siete años —una mañana lluviosa, similar a aquella en que huyó— Mariana se miró al espejo.

Ya no estaba esa mujer rota. Frente a ella estaba una madre con la mirada firme, sonrisa serena y una elegancia que imponía.

Abrió su celular, buscó vuelos a Ciudad de México, y susurró:

—“Es hora.”

Aeropuerto Internacional de la CDMX, octubre. El aire era fresco.

Mariana salió de la terminal, tomada de la mano de sus hijos. Santiago y Emiliano ya eran altos, atentos, con ojos brillantes. No preguntaron por qué iban. Ella solo dijo:

—“Vamos a visitar el lugar donde mamá creció.”

Pero la verdad… llevaba más de un año planeando ese regreso.

A través de contactos y redes sociales, Mariana había investigado todo sobre Rodrigo.

Él se había casado con Ximena, la heredera inmobiliaria. Tuvieron un hijo, de seis años, que estudiaba en una prestigiosa escuela internacional en Polanco.

Desde fuera, parecía tenerlo todo: dinero, estatus, poder.
Pero Mariana conocía la verdad.

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