La noche de bodas, mi suegro me metió diez billetes de cien dólares en la mano y tartamudeó: “Si quieres vivir, ¡huye de aquí ahora mismo!”…

Hasta la noche de bodas…

Mi suegro, el Sr. Hoàng Văn Bình, un hombre callado y reservado, me había dado la impresión desde la primera vez que lo conocí de que no le caía bien. Pero nunca imaginé que podría decir palabras como esas, precisamente en la noche de bodas de su propio hijo.

— Yo no entiendo… ¿Qué dice, señor? — tartamudeé, aún sin recuperarme del shock.

Me apretó la mano con fuerza y susurró como si temiera que alguien lo oyera:

— No deberías preguntar. Justo cuando salgas por la puerta, hay alguien esperando. No mires atrás. Esto es todo lo que puedo hacer.

Dicho esto, me miró durante un largo rato: una mirada inquietante, mezclada con miedo, como si estuviera haciendo algo que podría costarle la vida.

Se fue, dejándome sola con una tormenta de confusión en mi corazón.

Miré a mi marido en la habitación de al lado. Hưng estaba hablando por teléfono con amigos, riendo alegremente, completamente ajeno a lo que acababa de pasar. Dudé, indecisa, y luego decidí llamar a mi mejor amiga, Lan, la única persona en la que confiaba fuera de mi familia.

— ¿Estás loca? ¿Escapar en la noche de bodas? ¿Alguien te está amenazando? — gritó Lan por teléfono.

Le conté todo. Lan se quedó en silencio por un momento y luego dijo:

— Si tu suegro te lo dijo, no puede ser una broma. Voy a recogerte.

Diez minutos después, Lan apareció en el vestíbulo del hotel. Arrastré mi maleta, con la cabeza gacha, saliendo como una fugitiva. Eran las 2:17 de la madrugada, y una ligera llovizna caía sobre Hanói.

Me escondí en casa de Lan. Apagué mi teléfono. Mi madre llamó más de 30 veces. Mi suegra llamó, mi marido llamó… Pero yo tenía miedo. No sabía a qué le tenía miedo: ¿a mi marido, o a esa familia?

A la mañana siguiente, Lan se fue a trabajar y yo me quedé sola en casa. Encendí mi teléfono y cientos de mensajes me inundaron. Algunos regañaban, otros suplicaban, otros insultaban. Pero el más notable fue un mensaje de un número desconocido:

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