La historia de Lida, que intentó ser…

Una sombra sobre la familia: La historia de Lida, que intentó ser una «buena esposa»

Introducción

A veces, la destrucción de una familia no comienza con grandes escándalos, traiciones o catástrofes, sino con pequeñas concesiones, tan pequeñas que al principio parecen insignificantes. ¿Y qué? Callar una vez, ceder una vez, aguantar una vez… Y de esos pequeños muros que parecen insignificantes se levantan, tras los cuales una persona desaparece poco a poco.

Lida siempre se había considerado fuerte. Trabajaba, ganaba dinero, pagaba la mitad de la hipoteca, se las arreglaba para cocinar, limpiar y estar al lado de su marido cuando volvía a casa cansado e irritado. Intentaba ser una «buena esposa»: comprensiva, paciente, tranquila; una que no arma escándalos, no se queja y no exige atención. Pero un día, todo esto resultó insuficiente. O quizás, al contrario: fue precisamente esa tolerancia infinita la que marcó el principio del fin.

Esta es la historia de cómo una pequeña carpeta azul puede destrozar una vida familiar. Y sobre lo difícil que puede ser escuchar tu propia voz cuando te han enseñado a guardar silencio durante años.

Parte principal

1. El día que lo cambió todo

Esa noche, nada parecía presagiar la tormenta. Lida estaba sentada frente a su portátil, terminando un proyecto que la había mantenido despierta durante una semana. Cuando pulsó el último botón y vio el tan esperado mensaje de “Archivo enviado correctamente”, se permitió sonreír por primera vez en mucho tiempo. Sintió que por fin podía respirar hondo, sin tensión, sin prisas, sin obligaciones.

Cerró la tapa del portátil, se frotó los ojos cansados ​​e imaginó con nostalgia una taza de té caliente… pero un portazo interrumpió ese breve momento de paz.

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