Fue a examinar a un niño enfermo, y cuando salió su padre, se quedó impactada, porque resultó ser…

El marido decidió marcharse enseguida. Recogió sus cosas instantáneamente y se fue.

Raquel, aliviada, cerró la puerta detrás de él y, luego, cuando sus pasos se dejaron de oír, emitió un grito salvaje y lanzó contra la pared un jarrón que estaba sobre una mesa revistera en el pasillo. De repente sintió todo el resentimiento y el rencor que le había guardado al marido por su traición. Se movió por la cocina como enloquecida, rompiendo todo lo que aparecía en su camino. Solo se detuvo cuando oyó llamar a la puerta de una forma insistente.

Echó una mirada devastada a la cocina, que parecía haber sufrido un terremoto, y abrió la puerta. En su puerta había un hombre alto y corpulento, de mediana edad, vestido con el uniforme de la policía. Se sorprendió tanto o más que la misma dueña del apartamento.
—Doctora Raquel, ¿ha sido usted la que provocó todo este ruido? —preguntó incrédulo.
—¿Me conoce? —se sorprendió ella.

—Pues sí —respondió el policía—. Hace poco llevé a un bebé al hospital para que le hicieran una revisión. ¿Recuerda aquel niño recién nacido encontrado en una caja, al lado de la tienda de comestibles, que casi muere congelado?
—¡Menos mal que lo encontramos justo a tiempo!
—Así por supuesto que me acuerdo —recortó Raquel—. Luego lo llevaron al orfanato.
—Sí, ahora ya me acuerdo de usted —nos llamaron sus vecinos —dijo el hombre, que seguía parado en el umbral—. Dijeron que de su apartamento se oían unos gritos terribles y hasta una especie de rugido. ¿Qué le ha pasado?

Raquel se sintió confusa.
—Nada en realidad… ciertos problemas cotidianos me han puesto de los nervios.
—A mí también me había pasado una vez —el policía miró fijamente a la mujer.
—Pase, no se quede en el umbral —se apresuró a decir Raquel.

El hombre entró y lo primero que vio fue el jarrón roto. Siguiendo su mirada, Raquel sonrió nerviosa.
—La cocina está mucho peor, esa era la fuente del ruido del que se quejaron los vecinos.

Leave a Comment