Ella ocultó su verdadera vida durante 35 años…

“Su tarjeta… ha sido rechazada”.

…el silencio se volvió ensordecedor.

Y en ese silencio, por fin los vi.

A los verdaderos.

VII. El Último Precio

Pagué la cena.

Generosamente.

Como aman.

Entonces me levanté, recogí mi bolso —viejo, perdido, pero mío— y dije:

“Que esta sea mi ‘pensión’. Mi ayuda. En memoria de aquella noche en que decidiste comprar mi silencio”.

Leave a Comment