El hijo de un millonario, que tiene TDAH, gritó sin parar durante el vuelo; luego, un joven negro se levantó e hizo algo que dejó a todos en shock…

El rostro normalmente impasible de Andrew se estaba tensando.
Estaba perdiendo el control. Y peor aún, sentía el peso del juicio de todos.

Entonces, justo cuando parecía imposible, un niño se levantó de la parte trasera de la cabina económica.
Parecía tener más o menos la misma edad que Daniel. Piel oscura, una camiseta sencilla, una mochila raída.
Su nombre: Jamal Harris.

Al principio, pensaron que simplemente iba al baño.
Pero no. Se detuvo cerca de la fila Whitmore. Una azafata intentó despedirlo, pero él la miró con calma y preguntó:

“¿Puedo intentar algo?”

Andrew se encogió de hombros, exhausto.

“Si puedes calmarlo, adelante.”

Se hizo el silencio. Todas las miradas estaban fijas en él.

¿Qué podría hacer este chico que ni siquiera un padre rico e indefenso hubiera sido capaz de hacer?

Jamal se agachó frente a Daniel y, para sorpresa de todos, comenzó a hablarle con voz suave y firme.

Leave a Comment