¿Te cuesta agacharte para atarte los cordones, subir escaleras se convierte en un esfuerzo y la rigidez matutina se convierte en algo cotidiano? Estos signos, a menudo trivializados, podrían revelar un desgaste de la cadera, mucho más común de lo que crees. Aunque antes se limitaba a las personas mayores, ahora afecta cada vez más a adultos activos de entre 35 y 40 años. Actuar pronto significa vivir más.
¿Qué es exactamente una cadera desgastada?
Una cadera desgastada se debe a un deterioro del cartílago articular , este tejido protector que impide el roce entre los huesos. Cuando este cartílago disminuye o desaparece, la fricción causa dolor, rigidez y, en ocasiones, inflamación : esto se conoce como osteoartritis de cadera (o coxartrosis).
¿Las causas principales?
Un conjunto de factores, a menudo combinados:
- Predisposición genética : algunas familias se ven más afectadas.
- Sobrepeso : cada kilo de más aumenta la carga sobre la articulación.
- Ocupaciones físicas o deportes repetitivos : trabajos pesados o movimientos repetitivos favorecen el desgaste.
- Historial de lesiones (fracturas, luxaciones) o enfermedades articulares como poliartritis.