EPISODIO 5: “Sombra No Era la Única”
Un nuevo secreto emerge del bosque… y no todo lo salvaje tiene forma de serpiente.
Cuando los vecinos finalmente lograron que la policía se adentrara en la casa vacía de la mujer desaparecida, muchos esperaban encontrar solo el eco del horror. Sin embargo, lo que descubrieron iba mucho más allá de una simple tragedia.
—¡Aquí hay algo más! —gritó uno de los agentes, al levantar una de las tablas del piso que crujía extrañamente.
Debajo del suelo de madera vieja, hallaron un compartimento oculto. Dentro: diarios, fotos viejas, y un mapa rudimentario con símbolos extraños. Pero lo que heló la sangre de todos fue un altar tallado con formas de serpientes, huesos pequeños y velas negras gastadas.
Uno de los diarios estaba abierto con la última entrada apenas legible por la humedad:
“Sombra ya no es solo una serpiente. He empezado a verla en mis sueños… con ojos humanos. Me habla. Me promete cosas. Me dice que hay otros como ella, más grandes, más antiguos. Dice que soy elegida. Pero tengo miedo. Últimamente, cuando me miro al espejo, no reconozco mis propios ojos…”
Los expertos forenses no encontraron rastros definitivos de la mujer en la casa… ni restos humanos en la boa. Solo un extraño líquido negro en una esquina del altar.
Días después, un niño de la aldea dijo haber visto a una mujer desnuda, de cabello mojado, caminando por el borde del bosque… con una silueta que parecía reptar más que andar.
Y esa fue la última noche que alguien se atrevió a vivir cerca del bosque.