Deja de culpar al agua: esta es la verdadera razón por la que te despiertas a las 2 de la mañana

Según los especialistas en sueño, la vejiga no siempre es la principal culpable. Lo que realmente ocurre es un desequilibrio en la forma en que tu cuerpo maneja líquidos y regula la temperatura durante la noche.

  • Durante el día, la gravedad hace que los líquidos se acumulen en las piernas y tobillos. Al acostarte, ese exceso de líquido se redistribuye hacia la circulación sanguínea, lo que obliga a los riñones a trabajar más y genera la necesidad de orinar.
  • Además, cambios en la temperatura corporal pueden alterar el sueño profundo, volviéndote más sensible a cualquier señal interna, incluso cuando la vejiga no está completamente llena.
  • Por último, el estrés y los desajustes hormonales durante la madrugada activan el sistema nervioso, despertándote sin razón aparente.

El papel de la posición para dormir

La postura en la que descansas puede ser clave. Dormir boca arriba favorece la redistribución de líquidos hacia el centro del cuerpo, lo que aumenta la actividad de los riñones. En cambio, dormir de lado, especialmente sobre el lado izquierdo, alivia la presión sobre la vejiga y mejora la circulación.

La influencia de la temperatura y el microclima de tu habitación

Un dormitorio demasiado cálido o demasiado frío puede alterar las fases profundas del sueño.

  • Con calor: tu cuerpo no logra bajar su temperatura central y permanece en un sueño ligero.
  • Con frío: se activa la llamada “diuresis por frío”, que hace que los riñones produzcan más orina.

El estrés y los despertares nocturnos

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