Cuando Elisa bajó de aquel tren pensaba que encontraría un esposo pero lo que encontró fue mucho más grande…

respondió solo asintió pero su mandíbula se tensó y sus manos temblaron apenas un instante Elisa lo notó y sonríó No estamos solos dijo más para sí misma que para él Y en ese instante los dos lo supieron Algo había comenzado algo que ninguno de los dos esperaba pero que era imposible detener La noche cayó como un manto pesado sobre la cabaña El viento soplaba con más fuerza que otros días haciendo crujir las ramas secas y sacudiendo los tablones que habían colocado apresuradamente para reforzar puertas y ventanas
Adentro el ambiente era tenso Las niñas estaban acurrucadas junto al fuego Lucy abrazaba su manta con los ojos muy abiertos Benjamín ya no preguntaba si todo iba a estar bien simplemente se aferraba al borde del vestido de Amelia como si eso fuera suficiente para mantener alejados a los monstruos que la noche pudiera traer Warren revisaba cada rincón ajustando clavos colocando troncos adicionales en la puerta asegurándose de que todo estuviera lo más firme posible Noa y Samuel lo ayudaban en silencio Sus rostros endurecidos transformados ya no eran
solo niños eran soldados de una guerra que no habían elegido Elisa terminaba de acomodar unas mantas junto al fuego cuando Warren se acercó “Quiero quedarme despierto esta noche” dijo cruzando los brazos No sabemos si van a intentar algo pero si lo hacen no nos va a tomar por sorpresa Yo también respondió Elisa sin dudar No pienso dormir mientras todos ustedes están despiertos Warren la miró serio pero detrás de aquella expresión dura algo temblaba algo que ni él sabía cómo controlar “Eres más cerca de lo que imaginé” murmuró Elisa Le sostuvo la mirada
cruzando los brazos Y tú no eres tan insensible como quieres parecer Por un instante los dos se quedaron en silencio Sus miradas se entrelazaron largas tensas llenas de palabras que ninguno se atrevía a decir El fuego proyectaba sombras que bailaban en sus rostros dándoles un aspecto casi irreal como si fueran los últimos dos seres en pie en un mundo que se estaba desmoronando Warren fue el primero en apartar la mirada tosió se frotó la nuca y caminó hacia la ventana disimulando algo que claramente no sabía
manejar “Voy a vigilar desde aquí.” Su voz era más seca de lo necesario Elisa respiró hondo lo siguió y se apoyó en el marco a su lado “¿Ellos van a venir?” preguntó en voz baja Warren apretó la mandíbula “¿Vendrán lo sé.
” Sus ojos grises miraban la oscuridad con una mezcla de furia y determinación No están acostumbrados a que alguien les diga que no Hubo un silencio largo cargado hasta que casi sin pensarlo Warren habló No pensé Su voz bajó Se quebró apenas No pensé que me iba a importar tanto Elisa lo miró sin entender del todo ¿Qué cosa él respiró hondo apretó los puños tú La miró directo a los ojos como si le doliera decirlo pero ya no pudiera contenerlo No pensé que me fueras a importar tú ni estos niños ni este lugar Maldito Elisa sintió que algo se rompía dentro de ella O quizás algo que siempre había estado roto empezaba a sanar No vine aquí tragó saliva No vine aquí a
buscar eso Pero no terminó la frase no hacía falta Porque Warren dio un paso hacia ella no dijo más solo levantó la mano lentamente como si aún no estuviera seguro de que debía hacerlo y le apartó un mechón de cabello del rostro Su mano temblaba y cuando sus dedos rozaron su mejilla fue como si el mundo entero dejara de existir “No sé si esto es una locura” susurró Warren con la voz apenas audible Pero no me importa Elisa cerró los ojos un instante dejando que aquella caricia fugaz le quemara la piel Cuando volvió a abrirlos su mirada era
diferente Ya no era la de una mujer perdida sino la de alguien que por fin entendía que el destino no siempre trae lo que uno quiere pero sí lo que uno necesita No estamos solos Warren susurró ella con la voz quebrada Warren bajó la cabeza apoyó su frente contra la de ella y cerró los ojos No Su voz se quebró Por primera vez el hombre fuerte duro impenetrable dejaba caer las armas estuvieron así un instante largos segundos donde solo existían ellos dos el fuego la oscuridad las amenazas todo se volvió un rumor
lejano hasta que un ruido seco allá afuera los devolvió a la realidad “¿Oíste eso?” preguntó Noha acercándose rápido Warren se separó de golpe tomó la escopeta y se asomó por la rendija “Sí están aquí.” Elisa sintió que el corazón se le aceleraba pero ya no era solo miedo lo que sentía era algo más fuerte una certeza que ardía en su pecho Ya no estaba sola no más Todos adentro lejos de las ventanas ordenó Warren con voz firme recuperando su dureza Esta noche no se rompe nadie Y mientras las sombras se movían allá afuera mientras los pasos
crujían sobre la tierra seca Elisa y Warren entendieron que lo que estaban defendiendo no era solo una casa era el inicio de algo que ningún enemigo iba a poder derribar el crujido de ramas el relincho de un caballo en la distancia y unas voces apagadas que rompían la noche La amenaza que hasta entonces había sido como una sombra lejana ahora tenía forma peso y estaba justo frente a ellos Warren ajustó el gatillo de la escopeta Sus ojos grises duros como el acero no parpadeaban Elisa estaba a su lado sujetando una lámpara de aceite con la mano temblorosa
pero con la mandíbula tan tensa que parecía hecha de piedra Samuel Noah La voz de Warren era un susurro pero cargado de autoridad Mantengan a todos alejados de las ventanas Si escuchan que alguien entra vayan al cuarto del fondo No salen de ahí ¿Y ustedes preguntó Noah con los ojos abiertos de par en par Warren miró a Elisa y por primera vez delante de todos colocó suavemente una mano sobre su espalda No era solo protección era un pacto silencioso Nosotros aguantamos aquí desde afuera una voz rompió la calma
Sabemos que están ahí Salgan ahora mismo y no les pasará nada Samuel apretó los dientes Mentira Warren asintió sin apartar la vista de la ventana Sí siempre es mentira Elisa respiró hondo Su pecho subía y bajaba rápido Pero cuando giró la cabeza y miró a Warren sintió algo que apagaba el miedo confianza De pronto un golpe seco sacudió la puerta Bam bam bam La madera tembló pero aguantó Última oportunidad mujer gritó uno de ellos No tienes derecho a estar aquí Esta tierra ya no es tuya Warren se acercó a la rendija de la ventana miró por un segundo y regresó al lado de Elisa Son
tres Su voz era baja controlada los mismos de antes Pero ahora están armados Ela tragó saliva ¿Qué hacemos guarren la miró y entonces ocurrió en medio de ese caos de la amenaza del miedo del peligro él tomó su rostro entre las manos como si aquello fuera lo más urgente lo más necesario y la besó No fue un beso fue un beso que lo dijo todo que gritaba lo que no se habían permitido decir en días Un beso que sabía a pólvora a tierra a sudor a esperanza y a vida Cuando se separaron los ojos de ambos brillaban “Si no salimos de esta” murmuró él con la voz quebrada “Quería
que supieras que desde que llegaste todo cambió para mí Elisa respiró hondo apretando las manos sobre el pecho de él “Y tú cambiaste todo para mí” susurró con lágrimas contenidas “Pase lo que pase ya no estoy sola.” Otro golpe en la puerta Bam bam bam Warren levantó la escopeta “Váyanse!” gritó Esta tierra no es de ustedes y si intentan entrar van a caer uno por uno Desde afuera carcajadas Mira al valiente respondió uno ¿Crees que una escopeta vieja va a detenernos otro golpe Esta vez la bisagra crujió La madera comenzó a ceder

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