Una vida tranquila en Guadalajara
Diego y yo llevábamos ocho años de casados. Nunca tuvimos mucho, pero nuestra casita en las afueras de Guadalajara siempre estaba llena de calidez y risas.

Una vida tranquila en Guadalajara
Diego y yo llevábamos ocho años de casados. Nunca tuvimos mucho, pero nuestra casita en las afueras de Guadalajara siempre estaba llena de calidez y risas.
