CEO GOLPEA A SU ESPOSA EMBARAZADA EN EL CENTRO COMERCIAL POR SU AMANTE, ¡PERO SU PADRE MULTIMILLONARIO ESTABA DE ENCUBIERTO COMO GUARDIA DE SEGURIDAD!-A-DIUY

Gritos ahogados resonaron entre la multitud. Nadie esperaba que el hombre que aparecía en revistas de moda y en la lista de Forbes se convirtiera en un monstruo a plena vista. Los ojos de Anna se llenaron de lágrimas, no solo por el dolor del golpe, sino por la traición que se había estado gestando durante meses.

Pero lo que Michael no sabía era que, entre la multitud, había un hombre que no era un simple espectador. Daniel Foster, vestido de guardia de seguridad de un centro comercial, observaba cada movimiento con los ojos entrecerrados. Había seguido discretamente a su yerno durante semanas, después de que llegaran a sus oídos rumores de la infidelidad y crueldad de Michael.

Daniel no era cualquiera. Era un empresario multimillonario, un hombre que había construido imperios pero prefería la humildad a la fama. Y, sobre todo, era el padre de Anna.

Cuando Michael golpeó a su hija, a Daniel le hirvió la sangre. Se había prometido no intervenir a menos que fuera absolutamente necesario, pero ver a Anna humillada, llevando a su nieto en su vientre, lo cambió todo.

Cuando Michael volvió a levantar la mano, Daniel avanzó con determinación y su voz resonó con autoridad.

-¡Simplemente lo es!

La multitud se apartó, como si reconociera un poder tácito. Michael se quedó paralizado, aturdido, sin comprender aún quién era realmente el guardia.

Anna, temblando y agarrándose el vientre, miró al hombre uniformado y, por primera vez en semanas, sintió un atisbo de seguridad.

Ese no era un guardia cualquiera. Era su padre.

Michael intentó recuperar el control, mirando a Daniel con desdén.

—Aléjate de esto. Es un asunto familiar.

Pero Daniel se acercó más, con los ojos fríos.

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