La cúrcuma es una especia conocida por su compuesto activo, la curcumina, que tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. La curcumina ha demostrado ser efectiva para inhibir el crecimiento de células cancerosas y reducir la formación de tumores. Prepara un té de cúrcuma mezclando una cucharadita de cúrcuma en polvo en agua caliente, añade una pizca de pimienta negra (para mejorar su absorción) y un poco de miel para endulzar.
3. Jugo de granada
La granada es una fruta rica en antioxidantes, como los elagitaninos, que han demostrado tener efectos anticancerígenos. Estudios han relacionado el consumo de jugo de granada con la reducción del riesgo de cáncer de próstata y mama. Beber un vaso de jugo de granada natural al día puede ser una excelente manera de incorporar estos beneficios a tu dieta.