El hijo de un millonario, que tiene TDAH, gritó sin parar durante el vuelo; luego, un joven negro se levantó e hizo algo que dejó a todos en shock…

El hijo del millonario, que tenía TDAH, gritó sin parar durante el vuelo. Entonces, un niño negro se adelantó e hizo algo que dejó a todos sin palabras…

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Apenas había despegado el Boeing 737 de Los Ángeles cuando comenzaron los problemas.
Al principio, solo era un leve gemido, un sonido que se perdía entre el zumbido de los motores.
Pero en cuestión de minutos, los gritos se convirtieron en agudos chillidos que hicieron que los pasajeros se giraran irritados.

El origen de la conmoción: un niño de unos nueve años, sentado en clase ejecutiva junto a su padre, un hombre elegante de unos cuarenta años, cuyo reloj probablemente valía más que la mayoría de los coches de los pasajeros.

El niño se llamaba Daniel Whitmore, hijo único de Andrew Whitmore, un adinerado promotor inmobiliario. Daniel sufría de TDAH, y ese día, su condición se apoderó de él. Gritó, pateó el asiento delantero y se negó a seguir abrochado. Su padre lo intentó todo: promesas de juguetes nuevos, iPads, batería extra, pero nada funcionó.
La tensión aumentaba. El ruido inundaba la cabina como una tormenta.

Los pasajeros murmuraban exasperados.
Una madre tapó los oídos de su bebé, un hombre de negocios frunció el ceño y algunos hicieron comentarios mordaces:

“Los ricos siempre creen que tienen derecho a todo”.

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