Un empresario millonario apareció sin previo aviso en el hogar de su empleada — lo que descubrió allí cambió su vida para siempre…

La criada invisible

Trabajé en su casa durante quince años, limpiando, cocinando y cuidándolos… pero nunca imaginaron que la muchacha que entró en sus vidas un día lo cambiaría todo.

Me llamo Fátima, y esta es mi historia.

I. Una maleta y un sueño roto

Tenía veintitrés años cuando llegué a la ciudad. Una maleta gastada, dos mudas de ropa y un corazón lleno de miedo y esperanza. Había nacido en un pequeño pueblo polvoriento, la última de siete hijos. Mi madre lavaba ropa ajena para sobrevivir; mi padre trabajaba en el campo hasta que la enfermedad lo dejó en cama.

Cuando murió, juré que nunca más dejaría que la pobreza decidiera el destino de mi familia. Yo ya no tenía estudios —abandoné la escuela para ayudar en casa—, pero sí tenía dos manos fuertes y una hija pequeña que dependía de mí.

Esa hija era Laila, mi motor y mi razón.

II. La mansión de los Malik

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