El clavo de olor es una especia aromática conocida desde la antigüedad por sus múltiples propiedades medicinales. Utilizado comúnmente en la cocina, el clavo también es un poderoso aliado para la salud cuando se prepara en infusión o té. El té de clavo es valorado principalmente por sus efectos antiinflamatorios, analgésicos, antibacterianos y antioxidantes, lo que lo convierte en un remedio natural para diversas dolencias.
Entre los beneficios más destacados del té de clavo están el alivio de dolores dentales, la mejora de la digestión, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la reducción de inflamaciones. Gracias a su contenido en eugenol, un compuesto con propiedades anestésicas y antimicrobianas, el clavo ayuda a combatir infecciones y a calmar molestias en la boca y garganta.
Receta básica de té de clavo
Ingredientes:
4 a 5 clavos de olor enteros
1 taza de agua
Miel o limón al gusto (opcional)
Preparación:
Hierve la taza de agua y añade los clavos. Deja que hierva suavemente durante 5 a 7 minutos para que los compuestos activos se liberen. Luego, cuela la infusión y, si deseas, agrega un poco de miel o limón para darle sabor.
Indicaciones de uso adecuado
El té de clavo puede tomarse una o dos veces al día, preferiblemente después de las comidas para facilitar la digestión o al presentar dolor de garganta o molestias bucales. Es importante no exceder su consumo, ya que en dosis altas puede causar irritación o efectos secundarios.
