Nadya recibió el sobrenombre de “Octomom” y se convirtió en objeto tanto de negatividad como de admiración. A pesar de las dificultades, afirma que ama a sus hijos y no los dio a luz por fama o dinero, aunque intentó ganar dinero con reality shows y otros proyectos.
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Hoy la familia Suleman vive modestamente, pero no en la pobreza. Nadya utiliza activamente las redes sociales para publicar fotos de sus octillizos, promoviendo un estilo de vida saludable y el veganismo.
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A pesar de todas las dificultades, la familia parece feliz y próspera.