Ya tengo 70 años y todavía no tengo hijos. Pero no deberías sentir lástima por mí, al contrario, me siento verdaderamente feliz.

Inmediatamente me llamó la atención por su aspecto elegante y bien cuidado. Parecía tener unos 65 años, pero cuando empezamos a hablar, ¡resultó que ya tenía más de 70! Casi no lo podía creer.

Me dijo que había estado casada dos veces, pero que en su vejez se quedó sola. El primer matrimonio terminó en divorcio. Desde el principio le dijo honestamente a su marido que no quería tener hijos. Él aceptó, pero cuando ella cumplió 30 años, volvió a sacar el tema, esperando que con el tiempo despertara su instinto maternal. Esto no sucedió y luego de otra conversación decidieron romper.

La segunda vez se casó con un hombre que ya tenía una hija de su primer matrimonio. Esta unión fue feliz porque nunca tocó el tema de los niños. Ya tenía una hija y la falta de deseo de su segunda esposa de tener hijos no le molestaba. Sin embargo, su vida juntos duró poco: él murió.

Desde entonces vive sola en su casona y asegura que la soledad no le molesta en absoluto. Mucha gente piensa que los niños les ayudarán en la vejez y estarán ahí para ellos, pero ella no lo cree así. Todos los niños, tarde o temprano, crecen y parten a construir sus propias vidas. Por eso nunca quiso tener hijos y aún ahora no se arrepiente de su decisión. Lleva una vida plena y consigue todo lo que quiere.

“Y la persona a la que le pago siempre me da un vaso de agua”, dijo.

¿Estás de acuerdo con esta visión de la vida?

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