Una niña de 6 años conoció a otra niña idéntica a ella en la escuela… y la madre palideció al ver el resultado de la prueba de ADN

Días después, Lucía y Carolina se volvieron a encontrar al final de la escuela. La conversación avanzó poco a poco, hasta que, incapaz de contenerse, Lucía preguntó:
“¿Has pensado en hacerles una prueba de ADN a las niñas?”

Carolina se sorprendió, pero la duda también apareció en sus ojos. Finalmente, los dos acordaron llevar a los pequeños a un laboratorio, “solo para estar tranquilos”.

Pero cuando recibieron los resultados… ambos estaban sin aliento.

El informe decía: “Sofía y Ana tienen el mismo perfil genético: 99,9% de coincidencia”.

Eso no solo significaba que eran iguales: eran hermanas gemelas.

Carolina se estremeció y preguntó con voz temblorosa:
“¡No puede ser! Solo tuve una niña, el médico me la dio en sus brazos…”

Lucía también estaba en estado de shock. Seis años antes, había tenido una cesárea complicada en un hospital de Guadalajara. Apenas logró ver a su bebé antes de perder el conocimiento. Cuando se despertó, una enfermera ya lo había llevado a Sofía. ¿Cómo podría haber otra chica?

Las noches siguientes, Lucía no pudo dormir. Buscó sus registros médicos, llamó al viejo médico, se puso en contacto con enfermeras que conocía. Poco a poco, la verdad salió a la luz: ese día hubo varios nacimientos al mismo tiempo; La sala de maternidad estaba abarrotada y caótica. ¿Era posible que los recién nacidos se hubieran mezclado?

Mientras tanto, Sofía y Ana se volvieron inseparables. Compartían una sala de estar, iban y venían juntos, parecían unidos por la sangre. Los profesores comentaron:
“Piensan lo mismo, hacen los mismos deberes, incluso juegan como si fueran uno”.

Un día, Carolina suspiró mientras recogía a su hija:
“Si el hospital realmente cometió un error… ¿Qué vamos a hacer? ¿Quién es la madre biológica de quién?”

La pregunta dejó sin aliento a Lucía. ¿Y si la niña que había criado con tanto amor durante seis años no fuera su hija biológica? Pero mirando a los ojos de Sophie, se dijo a sí misma: “Sea lo que sea, siempre será mi hija”.

Lucía y Carolina decidieron regresar al hospital donde habían dado a luz. Después de insistir, se les dieron los archivos originales. Ahí estaba la clave: ese mismo día había habido un nacimiento gemelar. La madre estaba en estado grave y uno de los bebés fue trasladado de urgencia a una incubadora. Los registros eran confusos, incompletos.

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