Cuando una enfermera llamada Brandalyn Mae Porter compartió una foto de las manos de una anciana en las redes sociales, no esperaba que el mundo entero se conmoviera por un detalle en particular. Este momento simple pero profundo nos recordó la belleza de las historias que se esconden detrás de las arrugas y las imperfecciones.
Las enfermeras suelen ser testigos de los momentos más vulnerables y emocionales de la vida de las personas. Es una realidad de su trabajo, que también les permite ver momentos de ternura y milagros. Eso es exactamente lo que le pasó a Brandalyn Mae Porter, una atenta enfermera que trabaja en un centro de atención para personas mayores.
Un día, Brandalyn estaba pintando las uñas de un nuevo residente. Como de costumbre, quiso ofrecer a esta anciana un momento de dulzura. Cuando empezaron a hablar de colores de esmaltes de uñas, la residente hizo un pedido que sorprendió a la enfermera: quería un color transparente.
Una belleza escondida detrás del miedo a envejecer