“Perdón… estaba equivocado.”
Miguel ganó el concurso nacional de redacción con su ensayo titulado:
“El niño detrás de la puerta.”
Era una historia sobre su vida — desde las calles de la capital hasta encontrar a su familia en el momento más inesperado.
El texto se volvió viral en todo México, fue traducido a varios idiomas y conmovió a miles de niños abandonados.
Ana Lucía y Alejandro crearon la Fundación Miguel, una organización para ayudar a niños sin hogar, guiada por un solo mensaje:
“Ningún niño debería ser olvidado.”
Y cada Día de Muertos, mientras colocaban velas y flores de cempasúchil, Miguel miraba a su madre y le susurraba:
“Te perdono.”
Ella lo abrazaba fuerte.
“Nunca estuviste perdido, hijo mío. Solo estaba esperando el valor de volver a encontrarte.”
“ERES EL NIÑO QUE FUE ELEGIDO.”