justo cuando arrancaba se le aventó a la puerta del copiloto y la abrió sin pensar “bájalo te lo advierto.” Karina pisó el acelerador y la camioneta se sacudió mariana cayó de espaldas al pavimento pero se levantó al instante corrió detrás del vehículo por unos metros hasta que el cuerpo ya no le dio en la esquina un taxi venía bajando le hizo señas como loca el chóer frenó de golpe sigue esa camioneta llevan a un niño por favor no me preguntes nada el chóer dudó solo un segundo pero luego aceleró la camioneta de Karina no iba rápido
parecía más bien que buscaba ganar tiempo como si quisiera que Mariana la siguiera y entonces todo tuvo sentido esto no era solo un secuestro era una trampa el taxi la siguió por tres calles hasta que la camioneta se metió en una zona de bodegas abandonadas mariana bajó antes de que el coche pudiera frenar por completo espérame aquí si en 5 minutos no regreso llama a la policía ¿estás segura no pero ya estoy aquí corrió hasta la última bodega que tenía una puerta metálica apenas cerrada la empujó y entró oscuridad total olor a humedad
el piso crujía bajo sus pies karina dijo con fuerza ya basta esto no es un juego él no tiene la culpa una lámpara se encendió desde un rincón la luz le dio de lleno a Julián que estaba sentado en una silla amarrado con una sábana pero sin señales de violencia estaba despierto con los ojos abiertos como platos tenía la respiración agitada “tranquilo Julie ya vine por ti” dijo Mariana sin quitar la vista del niño eso es lo que haces siempre ¿no dijo Karina apareciendo detrás con una lámpara en la mano salvar
quedar como la buena la dulce la que todo lo puede esto ya se te fue de las manos le dijo Mariana avanzando un paso ¿sabes qué es lo peor que ni siquiera hiciste algo grave solo apareciste yo llevaba meses en esa casa años haciendo todo lo que se me pedía aguantando berrinches noches en vela señoras que trataban como basura y un día llegas tú con tu cara de “Yo entiendo todo y me quitan todo.
” No te lo quité yo te lo quitaste tú sola ¿o ya se te olvidó lo que le hiciste a Julián karina la miró con los ojos encendidos ese niño me gritó me mordió yo solo reaccioné nadie quiso escucharme yo sí te estoy escuchando ahora pero no así no con esto lo que estás haciendo va a arruinar tu vida y la mía no está arruinada ya silencio mariana no supo qué decir ¿sabes qué es lo más irónico siguió Karina que tú y yo no somos tan distintas también perdiste a alguien también sabes lo que duele sí pero por eso mismo no puedo dejar que tú causes más dolor mariana dio otro paso karina levantó la lámpara dudando por primera vez se
notaba que no estaba segura de qué hacer devuélvemelo ya podemos terminar esto antes de que sea peor karina bajó la mirada hacia Julián el niño la veía fijo no con miedo con algo más fuerte como si entendiera lo que estaba pasando como si le pidiera que parara y fue eso justo eso lo que rompió algo en ella vete le dijo a Mariana llévatelo mariana corrió hacia Julián desató la sábana con manos temblorosas y lo abrazó el niño se aferró a ella como nunca antes karina se sentó en el suelo agotada ya no dijo nada
más ¿vas a entregarte preguntó Mariana desde la puerta ya no tengo a dónde ir en ese momento se escucharon sirenas acercándose el taxista había hecho su parte mariana salió cargando a Julián como pudo con la ayuda de un policía que llegó corriendo volteó una última vez hacia adentro karina seguía sentada con la cabeza baja esperando lo inevitable y en el rostro de Julián por primera vez desde que todo empezó había algo que se parecía mucho a la calma la estación olía a humedad como a papeles viejos mojados
a Mariana le dolía el cuerpo entero pero no quiso irse sin hablar con Karina sabía que ya la tenían en custodia que no podía escapar pero también sabía que a veces lo que queda pendiente en la cabeza duele más que cualquier golpe pidió permiso para verla una agente joven dudó pero Víctor apareció justo en ese momento y habló con el encargado le firmaron una hoja y 5 minutos después Mariana cruzó una puerta gris con una ventana sucia y entró a la pequeña sala de entrevistas karina estaba sentada con las manos esposadas sobre la mesa se veía más flaca más
cansada pero su mirada seguía firme no la saludó no se movió solo la miró mariana se sentó frente a ella sin decir nada al principio apoyó las manos sobre las piernas y respiró hondo “solo vine a escuchar lo que tengas que decir” dijo sin rodeos karina se rió pero fue una risa amarga seca ¿y qué crees que tengo que decir ¿una disculpa ¿una explicación un No fue mi intención no lo sé pero no me voy de aquí hasta que lo diga tu boca no por mí por Julián porque ese niño no entiende lo que pasó pero sí va a sentir lo que
viene y quiero poder mirarlo a los ojos sin dudas karina bajó la mirada por primera vez se quedó en silencio unos segundos yo no nací mala soltó de pronto no quería hacerle daño a nadie cuando entré a esa casa de verdad pensé que era mi oportunidad que por fin podía tener algo estable un lugar gente que me viera ¿y por qué lo echaste todo a perder porque nunca me sentí parte porque por más que hiciera nadie me agradecía nada porque me gritaban si algo se derramaba porque trataban a Julián como un mueble y a mí como una sombra y un día un día
el niño me mordió me dolía la cabeza me acababan de regañar y reaccioné mal lo tomé del brazo y le grité no lo golpeé pero lo sacudí fuerte y alguien te vio karina asintió sí Marta ella fue la que lo dijo todo y Víctor no preguntó solo me corrió ¿y por eso todo esto no por eso fue cuando vi que te metiste a la casa con esa cara limpia con tu mochilita de escuela y todos de pronto te trataban como si fueras un ángel eso fue lo que no soporté mariana no dijo nada solo la dejó hablar quería que te vieras como lo que me hicieron ver a mí como un problema quería que dudaras de ti que pensaran
mal de ti quería que te fueras pero no pensé se le quebró un poco la voz no pensé que me iba a ir tan lejos con el niño no a él nunca quise hacerle daño pero se lo hiciste a él a mí y a ti misma karina apretó los dientes solo quería que alguien entendiera que yo también tenía dolor mariana se le quedó viendo en silencio ya no había rabia en ella solo una tristeza enorme “yo sí lo entiendo” dijo al fin “pero eso no te da derecho a destrozar la vida de otros ¿sabes cuántas veces me sentí invisible también cuántas veces
tuve que limpiar vómito lágrimas babas sin que nadie dijera gracias cuántas veces me rompí cuidando a alguien que ni podía decir mi nombre karina la miró con los ojos húmedos pero no lloraba entonces ¿por qué tú aguantaste y yo no porque aprendí que el dolor no se cura haciendo daño se cura entendiendo que no somos los únicos que lo sentimos se cura dejando de culpar a los demás silencio karina respiró profundo bajó la cabeza y ahí sin mirarla soltó por fin lo que tenía atragantado desde hacía mucho yo también tenía un hermano con
discapacidad lo cuidé hasta que murió pero yo sí lo dejé solo una vez solo una me fui a una fiesta tenía 15 años pensé que nada pasaría que mamá volvería a tiempo no volvió murió atragantado con su propia saliva mariana se quedó helada no lo esperaba desde entonces todo lo que veo me recuerda eso lo que no hice lo que no estuve por eso me metí a la casa por eso me obsesioné porque quería quería una segunda oportunidad pero terminé haciendo lo mismo dañando mariana sintió que algo se rompía también dentro de ella esa confesión tan cruda tan dolorosa ya no