
Un millonario contrató a una niñera para cuidar a su hijo con discapacidad y lo que …..
amenazas ni explicación pero bastó para encenderle la alarma subió a su oficina cerró la puerta y se quedó mirando la pantalla con el ceño apretado del otro lado del barrio Karina mandaba el mismo archivo a otro número esta vez el de Marta junto con un texto ¿ves lo que está haciendo tu patrón y con la niñerita ¿seguro que te conviene seguir callada marta vio el mensaje y no respondió pero no borró la foto la guardó como quien guarda un arma en el cajón por si acaso los días siguientes fueron peores mariana se dio cuenta de que alguien había estado hurgando en sus
cosas su cuaderno viejo el que tenía dibujos y notas de su hermano apareció doblado con hojas fuera de lugar su cepillo de dientes estaba mojado a mitad del día cuando no había ido al baño hasta su celular amaneció un día con la pantalla en un menú que nunca abría fue con Víctor le tocó la puerta de su oficina él abrió frío ¿pasa algo sí creo que alguien anda metiéndose con mis cosas víctor se cruzó de brazos ¿tienes pruebas no pero no estoy inventando y además el ambiente en la casa cambió lupita no me habla marta me trata como si estorbara algo está pasando víctor
bajó la mirada no le contó lo del mensaje no le mostró la foto no sabía si ella estaba metida o si también era víctima pero la duda ya se le había metido en la cabeza yo no tengo tiempo para chismes le dijo si tienes pruebas dímelo si no haz tu trabajo mariana se le quedó viendo era otra vez el mismo muro el mismo hombre cerrado que había conocido al principio se le revolvió el estómago dio media vuelta y se fue sin decir más esa noche mientras intentaba dormir le llegó a ella también un mensaje un número desconocido solo una
frase ¿ya le contaste a Víctor por qué estás aquí de verdad el corazón se le fue al suelo quiso responder pero el número ya no existía se quedó viendo la pantalla del celular como si fuera una bomba a punto de explotar y en algún punto de la ciudad Karina sonreía viendo cómo las piezas empezaban a moverse nadie la veía pero ya estaba ahí metida en todos lados mandando mensajes sembrando dudas rompiendo la calma poquito a poquito las mentiras los secretos y todo lo que cada uno ocultaba empezaban a pesar más de lo que podían cargar
mariana bajó temprano como todos los días traía el cabello recogido una camiseta sencilla y el mismo ánimo de siempre aunque por dentro no se sentía bien seguía dándole vueltas al mensaje que había recibido la noche anterior ese ya le contaste a Víctor por qué estás aquí de verdad la traía inquieta como si algo estuviera por estallar ella no supiera dónde ni cuándo la cocina estaba extrañamente callada lupita no estaba Marta tampoco en el comedor había dos policías hablando en voz baja con el guardia de seguridad mariana se quedó parada a la mitad del pasillo sin saber si avanzar o
regresar en ese momento Víctor bajó por las escaleras con el ceño fruncido “quédate ahí” le dijo seco “¿qué pasa acompáñame a mi oficina.” Mariana lo siguió sin entender nada cuando entraron Víctor cerró la puerta y le mostró una bolsa plástica con un frasco de medicina dentro era uno de los anticonvulsivos de Julián luego le señaló un sobre de dinero con billetes acomodados de forma exacta esto lo encontramos en tu cajón en la alacena del cuarto de servicio mariana lo miró con los ojos bien abiertos en mi cajón ¿cómo eso no es
mío no estaba ahí ayer y hoy apareció claro que apareció porque alguien lo puso ahí yo nunca tocaría el medicamento de Julián y mucho menos me llevaría dinero víctor se acercó con la cara tensa ¿puedes explicarme por qué alguien querría hacerte eso no lo sé pero alguien quiere verme fuera de esta casa me han estado dejando mensajes me revisan mis cosas se están metiendo conmigo ¿y por qué alguien haría eso justo ahora porque se dieron cuenta que tú y yo Mariana se detuvo cerró los ojos un segundo y bajó la voz porque se
dieron cuenta que tú y yo conectamos porque alguien nos vio y porque esa persona está jugando sucio víctor no contestó de inmediato caminó de un lado a otro estaba en conflicto tenía a su hijo en juego su reputación su casa todo yo confié en ti dijo “por fin dejé entrar aquí a mi hijo a mi vida y ahora me encuentro con esto.
” Víctor mírame te estoy diciendo la verdad alguien está detrás de todo esto no sé quién pero lo voy a descubrir no Jano Mariana se quedó helada ¿qué ya no puedes seguir aquí no después de esto tengo que pensar en Julián en lo que es mejor para él ¿tú crees que sacarme es lo mejor para él no lo sé pero sí sé que ya no puedo tener dudas no me lo puedo permitir mariana sintió como si le arrancaran el aire de golpe no podía creer lo que estaba escuchando no podía creer que después de todo Víctor dudara de ella así sin más está bien” dijo con la voz quebrada “si eso quieres me voy pero quiero que me lo
digas de frente mírame a los ojos y dime que crees que fui capaz de robarle a tu hijo.” Víctor levantó la vista pero no dijo nada ese silencio fue todo lo que Mariana necesitó para agarrar sus cosas y salir de esa oficina con la cabeza en alto subió a su cuarto metió lo poco que tenía en su mochila y bajó al cuarto de Julián el niño estaba viendo su tablet medio adormilado mariana se arrodilló frente a él voy a irme un rato Julie” le dijo con la voz temblorosa “pero te juro que no me estoy yendo porque quiera hay cosas que no entiendo todavía
pero no me olvides sí porque yo no me voy a olvidar de ti.” Julián la miraba sin entender del todo pero su respiración se aceleraba sus dedos se apretaban mariana le tomó la mano y le dio un beso en la frente no pudo evitar llorar no quería que él la viera así pero tampoco podía fingir cuando se levantó Julián soltó un sonido agudo casi como un lamento mariana se volteó a verlo una última vez te quiero mucho Julián más de lo que imaginas salió de la casa por la puerta principal nadie la despidió nadie dijo nada solo el guardia
le abrió sin mirarla del otro lado de la calle Karina estaba en un coche estacionado con los vidrios semibajados vio todo el momento exacto en que Mariana se fue la mochila la cara rota el paso firme pero triste se quedó viéndola como quien observa a una presa que ya no puede defenderse “una menos” murmuró y se encendió un cigarro como si estuviera celebrando víctor en su oficina se quedó viendo la foto del beso otra vez algo en su pecho no le dejaba respirar se sentía mal no sabía si por lo que encontró por lo que dijo o por lo que cayó pero algo le decía que había
cometido un error y Julián esa noche no durmió bien volvió a sus quejidos a su respiración acelerada a mirar la puerta con ojos de espera como si supiera que alguien faltaba y como si esa ausencia le doliera más que cualquier fiebre esa noche después de que Mariana se fue la casa quedó apagada no en luces sino en ambiente ni Julián reaccionaba igual ni las señoras del servicio caminaban con el mismo ritmo todo estaba apagado como si alguien hubiera bajado el volumen de la vida víctor se quedó solo en su oficina viendo el monitor donde
solía revisar las cámaras de seguridad antes las usaba solo para saber si Julián dormía o si Mariana estaba trabajando bien pero ahora no podía dejar de pensar había algo que no le cerraba algo que lo incomodaba y aunque ya había tomado una decisión no sentía paz al contrario tomó un trago de whisky y volvió a ver el sobre con el dinero y el frasco de medicina lo había encontrado donde le dijeron “Eso sí pero ¿por qué justo ahora ¿por qué después del beso ¿y cómo alguien pudo ponerlo ahí sin que nadie lo notara?” Empezó a repasar los días