Un millonario contrató a una niñera para cuidar a su hijo con discapacidad y lo que …..

corrieron un secreto que si salía a la luz no solo haría temblar a Mariana sino a toda la familia por ahora solo esperaba el momento perfecto esa semana Mariana no durmió bien después de lo que pasó en el mercado no dejaba de pensar en la mirada de esa mujer y aunque no conocía a Karina algo en su cara le dio una sensación extraña como cuando ves a alguien que no sabes de dónde conoces pero sabes que no te trae nada bueno aún así siguió su rutina como siempre no se iba a dejar asustar con Julián todo iba mejorando cada día lograba una pequeña cosa nueva un botón que antes no tocaba
un sonido distinto un movimiento de mano que antes no hacía mariana se alegraba por dentro pero cada vez que veía al niño también le venía a la mente la imagen de su hermano Esteban se parecían no físicamente pero sí en la mirada esa forma de buscar compañía sin pedirla esa forma de decir gracias con solo un movimiento de ojos esa mañana mientras le daba de comer a Julián con cuchara Mariana se quedó pensando el niño tardaba y ella no tenía prisa le hablaba mientras tanto aunque él no le contestara ¿sabes qué a veces me da miedo contarte cosas Julie
porque siento que si empiezo no voy a saber cuándo parar julián soltó un quejido suave mariana ríó ya sé ni entiendes lo que digo ¿verdad pero bueno de todos modos te voy a contar algo hizo una pausa larga y luego siguió casi en voz baja yo también tuve un hermano como tú se llamaba Esteban era más chico que yo por 5 años desde bebé tuvo problemas no hablaba no caminaba y a veces se enojaba sin razón al principio creímos que era berrinchudo pero no era su forma de decir que algo no estaba bien mi mamá hizo todo lo que pudo pero no teníamos
dinero a veces no teníamos ni para llevarlo a consulta así que me tocó a mí cuidarlo muchas veces aprendí a entenderlo con la mirada con los gestos con la respiración como ahora contigo se le hizo un nudo en la garganta pero siguió un día se enfermó fiebre vómito no quería comer lo llevamos al hospital pero nos dejaron esperando dijeron que había otros más graves estuvimos horas en la sala con él en brazos cuando por fin lo pasaron ya era tarde murió esa noche tragó saliva julián la miraba no con lástima sino como si de verdad sintiera lo que le estaba

contando mariana le limpió la boca y le acarició el cabello desde entonces no volví a entrar a un hospital pero cuando vi tu foto en el anuncio no sé fue como si algo me dijera “Ve” terminó de darle de comer pero por dentro estaba revuelta esa historia la traía atorada desde hacía años nunca se la había contado a nadie ni a sus amigas ni a sus parejas ni a su mamá decirla en voz alta ahí con Julián era como soltar un pedazo de piedra del pecho esa tarde mientras caminaban en el jardín Mariana llevó a Julián hasta una parte donde había flores que nadie cuidaba estaban medio secas pero aún
daban color se sentó en el pasto lo dejó frente a ella y sacó de su mochila un cuaderno viejo no era cualquier cuaderno era el que usaba cuando Esteban estaba vivo tenía notas sobre rutinas medicamentos cosas que le gustaban dibujos que ella misma hacía para él “te voy a enseñar algo Yulie” dijo mientras lo abría “esto es parte de lo que fui y aunque me duele verlo quiero que tú lo veas también le mostró una página con dibujos de estrellas un tren y una cara sonriente con lengua de fuera julián la miró y después soltó un
sonido un chillidito suave como si hubiera entendido que eso era especial lo que Mariana no sabía era que desde una de las ventanas del segundo piso alguien la estaba viendo marta la empleada de mayor confianza de Víctor la misma que había estado en la casa desde antes del accidente siempre callada siempre en su lugar pero atenta a todo no le gustaba a Mariana no por mala sino porque sentía que estaba tomando un lugar que no le tocaba y ahora verla con ese cuaderno hablando de cosas del pasado le pareció sospechoso marta no era chismosa pero
tampoco era tonta esa chava ocultaba algo y tenía razón porque lo que Mariana no había dicho ni siquiera al patrón era que el hospital donde murió su hermano tenía relación directa con la fundación que antes manejaba Sofía la esposa de Víctor esa fundación financiaba clínicas públicas una de ellas era la que atendió a Esteban lo supo mucho después cuando investigó por curiosidad y aunque sabía que no era culpa directa de Sofía ni de Víctor no podía evitar sentir esa conexión como si el destino hubiera hecho una vuelta rara y la pusiera ahora en la casa de esa misma familia
lo había guardado para ella no por malicia sino por miedo por no saber cómo lo tomaría Víctor por no querer perder el único lugar donde después de mucho tiempo sentía que servía de algo pero no era la única que sabía karina desde su cuartito rentado revisaba una carpeta de papeles que tenía guardada desde su despido entre ellos una copia de la hoja de ingreso de Mariana a la casa un currículum mal impreso y algo más una nota vieja con el nombre de Esteban Rivas el hermano y una dirección que coincidía con la de una antigua clínica de la fundación alemán

karina no era una genio pero sabía leer señales y esa para ella era una mina de oro porque si lograba conectar a Mariana con el pasado de la familia podía usar eso no sabía cómo aún pero sabía que esa verdad escondida podía convertirse en un arma solo era cuestión de tiempo desde que Mariana llegó nadie había mencionado cumpleaños pasteles ni fiestas era como si en esa casa los años pasaran en silencio como si el tiempo no se celebrara solo se aguantara pero una mañana mientras le ayudaba a Julián a mover sus dedos sobre una tableta especial el niño logró señalar algo que
la dejó helada una imagen de un pastel con una velita mariana lo miró a los ojos cumples años pronto julián volvió a señalar la imagen corrió al calendario y ahí estaba marcado con un punto rojo 22 de junio faltaban solo 5co días nadie decía nada pero él sí lo sabía y eso fue suficiente para ella esa misma tarde Mariana le preguntó a Víctor “¿Le van a hacer algo a Julián por su cumpleaños?” Víctor apenas levantó la vista del celular nunca se ha hecho por porque no es algo que necesite ¿y tú cómo sabes qué necesitas si ni lo
escuchas víctor se quedó callado mariana se arrepintió de cómo lo dijo pero ya estaba afuera él no respondió solo volvió a su celular pero al día siguiente Mariana encontró una caja con decoraciones de fiesta nueva sobre la mesa del comedor no decía nada pero ahí estaba y eso bastaba organizó una celebración sencilla nada de globos gigantes ni juegos ruidosos julián se estresaba con los sonidos fuertes pensó en una mini reunión con colores suaves música tranquila y pastel de chocolate que era lo único dulce que el niño comía sin problema invitó solo a los trabajadores de la
casa a Lupita a Marta aunque no le caía del todo a los dos muchachos del jardín y a una terapeuta que le había agarrado cariño a Julián ese día amaneció nublado pero eso no importaba mariana decoró la terraza con guirnaldas de papel hechas a mano puso una bocina con canciones de caricaturas en versión instrumental y colocó un mantel lleno de estrellas y caritas sonrientes julián llegó en su silla con una camisa amarilla que Mariana le compró sin decirle a nadie le puso un sombrerito pequeño y le pintó un bigote falso con delineador el niño no se quejó es más

hasta se le notó divertido víctor bajó minutos después con una camisa sin planchar algo raro en él llevaba cara de no sé por qué vine pero ahí estaba cuando vio a su hijo rodeado de todos con una sonrisa leve y la mirada bien despierta se le borró un poco esa expresión ¿y ese bigote le preguntó julián pidió ser vaquero por un día contestó Mariana jugando con él todos rieron por unos minutos la casa se sintió viva como si el aire no pesara tanto entonces entre los meseros que llevaban los bocadillos había alguien nuevo una mujer delgada con el cabello
escondido bajo una gorra y unos lentes que no combinaban con su uniforme nadie se fijó mucho después de todo era una fiesta pequeña pero ella iba de mesa en mesa sirviendo vasos escuchando conversaciones y mirando todo con detalle era Karina había conseguido trabajo de un solo día a través de un conocido que montaba banquetes nadie la reconoció ni Lupita que la había visto en el mercado se había maquillado distinto vestía holgada y apenas hablaba solo observaba a Mariana a Víctor y sobre todo a Julián
en un momento cuando Mariana fue por el pastel a la cocina Karina entró justo detrás mariana sintió que alguien la seguía pero no le dio importancia al abrir el refri una voz bajita pero seca sonó a su espalda ¿cuánto tiempo más vas a seguir jugando a la familia feliz mariana se volteó como un rayo la cara de Karina aunque diferente le pareció familiar “te conozco” dijo con la voz tensa karina sonrió con una mueca torcida “¿aún no pero yo a ti sí.
” Antes de que pudiera decir algo más se fue de la cocina como si nada mariana salió detrás pero cuando cruzó la puerta Karina ya se había mezclado entre los otros meseros el pastel fue sencillo uno de chocolate con fresas encima mariana puso una vela grande en el centro la encendió y todos cantaron despacio sin gritos sin exagerar julián miraba la vela con los ojos abiertos de par en par cuando Mariana se acercó para soplarla con él el niño hizo algo que nadie esperaba levantó el brazo derecho el que casi no movía y apuntó hacia ella un segundo después una voz mecánica sonó

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