La camarera ya había despejado la mesa cuando ella dejó la propina en su lugar; de modo que cuando la mesera volvió para arreglar todo para que los próximos invitados se pudieran sentar, encontró la propina y sonrió. Después de esto, el grupo de adolescentes pidió su cuenta y salieron rápidamente del restaurante.
La mesera se le acercó al chico y le agradeció por lo que hizo; ya que ella siempre se encargaba de trabar duro para darle un buen servicio a los clientes; y a pesar de haber visto la acción de la chica, ella no quiso hacer nada porque no sabía como actuar. Realmente, esa no era la primera vez que eso pasaba, pero nadie había intentado ayudarla.
Al final, todos en el restaurante se habían dado cuenta de lo que la chica había hecho; por lo que felicitaron a chico por la gran acción que hizo.
Esta acción es algo que siempre debemos de tomar en cuenta, no debemos dejar que cosas como esas pasen en nuestra cara y no hagamos nada; si tienes miedo, al menos llama a la policía e informales lo que está ocurriendo.