“TÍO, ¡NO TE COMAS ESE PASTEL!” — SUSURRÓ LA PEQUEÑA MENDIGA… Y EL MILLONARIO SE QUEDÓ HELADO AL DESCUBRIR LO QUE SUCEDÍA. ¡NO TE LO PUEDES PERDER!

olvidar nunca volvió a abrir la laptop y empezó una nueva carpeta le puso de nombre Jimena ¿verdad ahí guardó todo los pantallazos los enlaces las fotos los datos iba a armar el caso paso por paso iba a seguir las pistas hasta el final y cuando tuviera todo entonces sí iba a mostrarlo iba a enfrentarla pero hasta entonces silencio pasaron 4 días desde la última vez que Ramiro había visto a Jimena en el hospital no la volvió a visitar no llamó no mandó mensajes nada pero tampoco la olvidó al contrario pensaba en ella todo el tiempo pensaba en lo que
escondía en lo que planeaba en lo que vendría después no era fácil quedarse con los brazos cruzados sabiendo que la mujer que había dormido en su cama era la misma que intentó matarlo pero tenía que actuar con calma había tomado una decisión se iba a acercar a ella de nuevo no por amor no por costumbre sino para vigilarla de cerca para atraparla con sus propias mentiras jimena lo contactó primero le escribió un mensaje corto como tanteando terreno hola ya me dieron de alta estoy en casa quería saber cómo estás ramiro lo leyó en la pantalla del celular mientras estaba sentado en un
café con una libreta abierta y una hoja llena de notas que solo él entendía no respondió de inmediato lo pensó después de unos minutos escribió “Qué bueno que ya estás mejor si quieres paso a verte más tarde.” Ella contestó al segundo “sí me encantaría.
” Eso fue todo lo que necesitó para confirmar que Jimena no sospechaba nada todavía creía que él era el mismo que seguía en su papel de novio preocupado eso le daba ventaja esa tarde Ramiro fue al departamento de ella subió por las escaleras no quería encontrarse con nadie en elevador cuando tocó la puerta ella abrió rápido llevaba una blusa suelta el cabello suelto sin mucho maquillaje parecía débil pero sonreía como siempre esa sonrisa que ahora le parecía más falsa que nunca “pasa” le dijo dándole un beso en la mejilla ramiro entró el lugar olía a canela y a la banda como siempre todo estaba igual los cojines acomodados con
cuidado las plantas en la ventana la lámpara de pie encendida aunque era de día nada había cambiado como si no hubiera pasado nada ¿cómo te sientes preguntó él con cara de interés mejor un poco cansada pero ya no me duele nada los doctores dicen que fue algo raro pero que ya pasó ramiro asintió se sentó en el sillón ella se sentó a su lado sin dejar de mirarlo “¿tú cómo estás?” “Precupado” respondió él fueron días feos no entendía qué pasaba jimena le tomó la mano lo siento no quería asustarte ramiro la miró se aguantó las ganas de decirle todo en la cara de gritarle lo que sabía pero se

contuvo ya estás bien y eso es lo que importa ella asintió como si esa frase cerrara el capítulo luego se quedó callada un segundo como dudando si decir algo he estado pensando mucho dijo “En nosotros en lo que tenemos no quiero que esto nos separe.
” Ramiro fingió sorpresa nos separe sí lo que pasó fue fuerte tal vez tú ya no quieres seguir conmigo y lo entendería pero yo no quiero perderte Ramiro él la miró fijamente se quedó callado unos segundos como si lo estuviera considerando luego suspiró no quiero alejarme Jimena al contrario todo esto me hizo darme cuenta de que no quiero perderte si tú estás dispuesta yo también ella sonrió se le notó el alivio lo abrazó con fuerza como si lo hubiera estado esperando desde hace días ramiro la sostuvo unos segundos por dentro sentía un vacío ese abrazo le provocaba más rabia que cariño pero tenía que seguir con el
papel pasaron el resto de la tarde hablando de cualquier cosa jimena quería hacer planes salir el fin de semana ver películas volver a lo de antes él fingía interés pero su cabeza no estaba ahí estaba observándola cada gesto cada palabra buscaba fallas contradicciones detalles ella hablaba con normalidad como si todo fuera real pero él ya no se dejaba engañar esa noche Ramiro volvió a su casa y anotó todo lo que había visto tenía una hoja especial solo para eso comportamiento de Jimena escribió que no parecía alterada que mantenía la historia de la intoxicación como un accidente que no hacía preguntas
incómodas que actuaba como si no hubiera dudas pero Ramiro tenía un plan ahora que estaba dentro otra vez iba a ganarse su confianza más que antes iba a meterse en su rutina en su espacio en su teléfono si era necesario iba a encontrar las respuestas porque una mujer con antecedentes que había intentado matarlo no se rendía tan fácil algo quería y él iba a descubrirlo desde adentro esa mañana Ramiro despertó con un mensaje de Valeria solo decía “Me duele la panza y la cabeza ¿puedes venir?” Lo leyó apenas abriendo los ojos y de inmediato se le fue el sueño saltó
de la cama se vistió en dos minutos y salió rumbo al hotel donde la había dejado durante el camino no dejaba de pensar en lo que podía ser comió algo malo quizá tal vez estaba resfriada pero algo en su estómago le decía que no era solo eso esa niña no se quejaba por cualquier cosa si había mandado mensaje era porque de verdad se sentía mal cuando llegó al hotel subió directo a la habitación tocó la puerta y ella tardó en abrir cuando lo hizo Ramiro se dio cuenta de que Valeria estaba más pálida que de costumbre tenía los ojos cansados y caminaba como si le doliera
todo el cuerpo no dijo mucho solo se volvió a acostar en la cama con la cara medio escondida en la almohada ¿qué tienes preguntó Ramiro agachándose junto a ella no sé me duele el estómago desde ayer y hoy amanecí con náuseas me siento como si tuviera fiebre le tocó la frente estaba caliente ramiro se levantó de inmediato y empezó a recoger sus cosas no iba a llevarla a un hospital público eso lo tenía claro no quería preguntas no quería que se metiera en problemas por no tener papeles ni familia así que llamó a un médico privado que conocía desde hace años uno discreto de confianza

el doctor le dio una cita de urgencia y lo recibió en su consultorio sin pedir explicaciones valeria se dejó revisar sin quejarse aunque se notaba que le dolía todo el doctor le tomó la temperatura le revisó el abdomen le preguntó cosas simples ramiro estaba sentado al lado apretando los puños cada vez que la veía hacer una mueca le recetaron un tratamiento para la infección algo para la fiebre y le dijeron que reposara al menos dos días completos nada grave por suerte pero sí era algo serio si no se trataba cuando salieron del consultorio
Ramiro fue directo a una farmacia compró todo y luego la llevó a un nuevo lugar un Airbnb que él mismo rentó desde el celular mientras esperaba en el taxi no quería dejarla más en el hotel le molestaba la idea de que estuviera sola así que eligió un lugar donde pudiera estar cómoda y vigilada ya instalados Valeria se metió a bañar ramiro le había comprado ropa nueva comida cobijas hasta una televisión con acceso a caricaturas la niña no decía mucho pero se notaba que se sentía segura con él cuando salió del baño con el cabello mojado y una
sudadera grande se acostó en el sillón y le pidió un té ramiro se lo preparó sin decir nada después de unos minutos en silencio mientras veía una caricatura cualquiera Valeria habló sin mirarlo ramiro ¿qué pasó hay algo que no te dije no porque no quisiera sino porque no estaba segura ramiro dejó el celular a un lado y se giró hacia ella ¿de qué hablas valeria se sentó despacio abrazando una almohada miraba hacia la tele pero no la estaba viendo esa noche cuando vi a Jimena echarle eso al pastel también vi a un hombre con ella ramiro frunció el ceño ¿qué hombre
uno de traje no lo había visto antes pero estaba parado cerca de las ventanas en la parte de afuera del restaurante ella salió unos minutos al baño y él se acercó a la puerta no entró solo hablaron por un rato ¿y qué hicieron ella le dio algo como una bolsita él la metió al saco y luego se fue yo pensé que era alguien que trabajaba ahí pero ahora creo que no no se veía como mesero ni como guardia se veía como alguien que no quería ser visto ramiro sintió un escalofrío ¿puedes describirlo no bien estaba lejos
solo recuerdo que era alto flaco con un saco gris claro tenía el cabello negro muy corto no llevaba corbata y tenía una cicatriz en la frente como una línea delgada aquí dijo señalándose sobre la ceja ramiro se quedó helado esa descripción le sonaba muy parecida a alguien que había visto antes pero no podía asegurarlo aún así ya era suficiente para saber que Jimena no había actuado sola alguien más estaba detrás tal vez alguien que la empujó alguien que la apoyó o incluso alguien que planeó todo con ella desde el inicio no era solo un
intento por su dinero era algo más grande más planeado ¿estás segura que hablaban como si se conocieran valeria asintió sí ella sonreía le tocó el brazo como si fueran amigos ramiro se quedó en silencio quería gritar quería romper algo pero solo cerró los ojos un momento lo único que logró decir fue “Gracias por decírmelo.
” Valeria asintió “perdón por no decirlo antes tenía miedo no te preocupes lo importante es que me lo dijiste ahora.” La niña se recostó de nuevo ramiro se levantó y se fue a la cocina necesitaba pensar respirar ese nuevo dato lo cambiaba todo ya no era solo Jimena había alguien más un hombre y si lo encontraba tal vez encontraría la pieza que faltaba en todo este enredo ramiro no perdió tiempo lo que Valeria le había contado no podía dejarlo pasar ese hombre del que hablaba el que se encontró con Jimena la noche del intento de envenenamiento tenía que ser la pieza
que faltaba en todo esto si alguien estaba detrás del plan con ella si alguien más había movido hilos para que todo pasara sin dejar huella era él y ahora tenía una pequeña descripción sac flaco cicatriz en la frente no era mucho pero suficiente para empezar a buscar a la mañana siguiente Ramiro llamó a Diego un investigador privado que conocía desde hacía años uno que ya le había hecho favores antes y que sabía guardar la boca cerrada diego era de los que se movían rápido y sin hacer preguntas que no importaban lo citó en un estacionamiento techado lejos de miradas curiosas

Leave a Comment