Además de su poder para evitar la retención de líquidos, la cáscara de limón no aporta grandes cantidades de calorías, por lo que no supone un aumento de peso. Otro de sus grandes beneficios es que acelera el metabolismo, ayudándote a quemar calorías incluso estando en reposo, y tiene efecto saciante, por lo que mientras estás tomando esta infusión te evitas picar entre horas.
Reduce la hinchazón abdominal
En la misma onda de su poder digestivo, también contribuye a reducir la molesta hinchazón abdominal que se hace presente por la retención de grasa y líquidos en el área del abdomen. Las sales minerales de la cáscara del limón tienen una acción alcalinizante en nuestro organismo, lo que ayuda a la liberación de toxinas por la orina y favorece la disminución de retención de líquidos.
Mejora la digestión
El té de cascaras de limón es uno de los remedios caseros más antiguos para tratar las digestiones pesadas debido a su alto contenido en fibra natural, lo que estimula el tránsito intestinal. De igual forma promueve la expulsión de gases al contribuir con la secreción de los jugos gástricos responsables de la digestión.
Rejuvenece la piel
Esto es posible gracias a su alto contenido en antioxidantes naturales, como la Vitamina C. Los antioxidantes ayuda a las células a luchar contra el estrés oxidativo que genera la acción de los radicales libres. Al preservar las células en buen estado, se mantiene un crecimiento constante de las mismas retrasando las señales de envejecimiento de la piel.
Por otro lado, previene la aparición de manchas en la piel, debido a la mencionada Vitamina C y el ácido cítrico. Además, ayuda a activar el colágeno, lo que favorece la elasticidad de la piel, por lo que es un buen aliado de los tratamientos de belleza.
Puede prevenir enfermedades cardiovasculares
La ralladura de limón es rica en potasio y este mineral es de gran importancia por su acción cardioprotectora. Por si fuera poco, los antioxidantes no sólo ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, sino que también permiten que la sangre sea un poco más fluida disminuyendo la aparición de coágulos y trombos. Además controlan el nivel de LDL (colesterol malo), lo que disminuye el riesgo de sufrir un infarto.
Cómo hacer el té de cáscaras de limón
Para hacerlo sólo necesitas la cáscara de cinco limones y un litro de agua. Puedes exprimir su zumo y usarlo para otras recetas, como el agua de chía con limón o incluso congelarlo para otras preparaciones. En este caso sólo vamos a utilizar las cáscaras.