- Consumir una cena equilibrada con carbohidratos complejos, fibra y proteína.
- Medir los niveles de glucosa antes de acostarse.
- Evitar el alcohol y el ejercicio muy intenso por la noche.
- Consultar con un médico para ajustar la medicación si los síntomas son frecuentes.
Conclusión
Los síntomas nocturnos de la diabetes no deben subestimarse. Son una señal de que el cuerpo está intentando regular el azúcar en sangre mientras duermes. Prestarles atención puede ayudarte a mantener un mejor control glucémico, mejorar tu descanso y prevenir complicaciones a largo plazo. Si notas estos síntomas de forma recurrente, es importante hablar con tu profesional de salud.