Semillas pequeñas, beneficios enormes

  • Consúmelas crudas o tostadas: Elige semillas crudas y sin sal para aprovechar al máximo sus nutrientes. Tostar ligeramente está bien, pero evita quemarlas.
  • Espolvorea en todo: Añádelas a avena, smoothies, ensaladas, sopas o yogur para un crujido satisfactorio y un aporte nutricional.
  • Haz mantequilla de semillas de calabaza: Tritura con un poco de aceite y sal para obtener una crema sin nueces.
  • Úsalas en la repostería: Agrégalas en muffins, barras energéticas o panes para más textura y nutrición.
  • Prueba el aceite de semillas de calabaza: El aceite prensado en frío es rico en antioxidantes, perfecto para aderezar ensaladas o rociar sobre verduras.

Reflexiones finales

Las semillas de calabaza son mucho más que un sobrante de Halloween; son un superalimento todo el año con beneficios respaldados por la ciencia que puedes sentir en tu cuerpo. Desde dormir mejor y fortalecer el sistema inmunológico hasta tener una piel radiante y un corazón más saludable, está claro: estas pequeñas semillas ofrecen mucho.

Empieza a incluirlas en tu dieta diaria y desbloquea su potencial poderoso — tu cuerpo te lo agradecerá.

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