Preparación de la mascarilla facial japonesa rejuvenecedora
- Prepara media taza de arroz integral orgánico (libre de pesticidas o elementos químicos), cuécelo y cuando esté hecho escúrrelo pero no tires el agua.
- Coge el arroz y en un recipiente añade el aguacate y la miel. Con ayuda de una cuchara, remueve bien la mezcla hasta crear una pasta homogénea y fina.
- Una vez conseguida esa mezcla homogénea, es momento de aplicar la mascarilla en la piel, donde podrás dejarla actuar durante 15 o 20 minutos.
- Después coge un algodón y limpia el rostro con el agua de arroz que habías separado previamente. De este modo, podrás exfoliar la piel y eliminar las pequeñas manchas e impurezas.
Qué beneficios aporta el arroz en las mascarillas faciales
A pesar de que en España se comenzó a utilizar hace relativamente poco, las mujeres japonesas consideran el arroz un producto esencial en sus arsenales de belleza desde hace muchos años. Y es que, mientras por un lado ayuda a tratar eccemas, curar lesiones o aclarar manchas oscuras en la dermis; también está indicado para pieles sensibles gracias a su alto contenido en lípidos.
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El arroz como exfoliante también es ideal para eliminar las células muertas y todo tipo de impurezas en la piel, a la vez que se encarga de regular el pH cutáneo, disminuyendo el exceso de producción de grasa, el acné y otros problemas comunes en la piel.
A todo esto se une además que el arroz es extremadamente rico en ácido linoleico y escualeno, antioxidantes potentes que estimulan la producción de colágeno, algo que ralentiza en gran medida la aparición de arrugas y el envejecimiento prematuro de la piel en general.
En cuanto al agua de arroz, esta es capaz de iluminar e hidratar la piel al mismo tiempo.
Otras claves de la rutina de belleza japonesa
Crema solar: hay un imprescindible que destaca en esta rutina y ese es el protector solar. Da igual la época del año que sea o si se trata de un día más o menos soleado, las mujeres japonesas no dudan en cuidar su piel diariamente echando crema solar, sobre todo para que el sol no cause un envejecimiento prematuro en su piel.
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Limpieza facial: otro paso imprescindible en esta rutina es el de garantizar una buena limpieza facial eliminando las partículas indeseables que puedan ir acumulándose en nuestro cutis a lo largo del día.
En Japón pueden elegir hacer esta limpieza en dos pasos o en un único paso y con un producto multifunción o haciendo uso de esencias similares a los tónicos pero con propiedades cercanas a los sérums, todo con el fin de asegurar una buena limpieza facial pero simplificada y sin caer en la sobrelimpieza.
Con ello, lo que se pretende es librar a la piel de cualquier residuo de forma que el resto de productos puedan absorberse con normalidad y sin generar imperfecciones.
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Loción vs tónico: otro punto diferenciador de la cosmética japonesa lo encontramos en la loción. Un producto que va después de la limpieza y antes del sérum y cuya función es la de hidratar y preparar la piel para que absorba los beneficios del resto de tratamientos.
Aplicación: la innovación tecnológica es otro de los puntos que define la rutina japonesa. Y es que en su esfuerzo para que esa rutina facial sea más eficiente, las mujeres japonesas suelen utilizar dispositivos o herramientas mecánicas simples como por ejemplo rodillos de masaje facial.
Ingredientes de origen natural: en este tipo de rutina de belleza, destaca también el uso de ingredientes de origen natural, botánicos y autóctonos.