Consulta a un especialista (otorrinolaringólogo, neumólogo del sueño, neurólogo o médico de tu seguro de salud) si notas:
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Baba frecuente + ronquidos fuertes + pausas en la respiración → sospecha de apnea del sueño
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Acidez nocturna, atragantamientos, tos seca al acostarse → podría ser reflujo ácido
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Dificultad para tragar, alteración del habla o movimientos → investigar trastornos neurológicos
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Somnolencia diurna, mala memoria, irritabilidad, dolores de cabeza matutinos → sueño fragmentado
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Uso crónico de psicotrópicos (pueden aumentar la salivación)
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Salivación excesiva repentina en adultos → merece revisión médica inmediata
🧪 Causas más comunes (en lenguaje simple)
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Apnea del sueño y respiración bucal
El aire no pasa correctamente, abres la boca para respirar y la saliva se escapa. La apnea puede elevar el riesgo de hipertensión, arritmias, accidentes cerebrovasculares y ataques al corazón, por lo que la cardiología preventiva y la polisomnografía domiciliaria son recomendables.