
Lo siento.
Se sentó en la silla frente a ella.
Por primera vez tomó la mano de su hijo y la colocó suavemente sobre sus deditos.
Oliver se movió, pero no despertó.
Pensé que con el dinero bastaba, dijo.
Médicos privados, enfermeras a tiempo completo.
Pensé que eso me convertía en un buen padre.
Grace lo miró con dulzura.
El dinero les ayuda a sobrevivir.
El amor es lo que les motiva a quererlo.
Estas palabras nunca abandonaron su mente.
Pasaron las horas.
Afuera la lluvia amainó.
De fondo los dispositivos pitaban sin parar.