Pusieron al mecánico a reparar el coche más problemático — sin saber que lo arreglaría en minutos…

Un ingeniero llegó con su Audi A6, que consumía aceite inexplicablemente. Dos días después, una doctora trajo su Mercedes-Benz con problemas eléctricos intermitentes. Un empresario apareció con su Porsche Cayén, que vibraba misteriosamente a ciertas velocidades. Roberto estaba abrumado. Don Esteban, tenemos lista de espera de tres semanas. Todos preguntan por usted específicamente. El anciano, sentado en su oficina con un plato de tacos de carnitas que Javier le había traído de el gero, negó con la cabeza. No puedo atender tantos coches, Roberto.

Ya no tengo la energía de antes. Mis manos duelen después de media hora de trabajo. Lo sé, lo sé, respondió Roberto pensativo. Ah, por eso necesitamos un plan diferente. La solución vino en forma de una mesa larga instalada en el área techada del taller con sillas plegables alrededor tres veces por semana después del horario regular donde Esteban impartía clases informales a todo el equipo del taller. No eran lecciones técnicas tradicionales, sino sesiones donde compartía décadas de experiencia acumulada.

La primera sesión formal fue un martes por la tarde. Javier, Miguel y otros cuatro mecánicos del taller se sentaron alrededor de la mesa. Don Esteban había traído cuadernos viejos manchados de grasa y llenos de diagramas dibujados a mano, notas sobre modelos específicos, trucos que había aprendido a lo largo de los años. Antes de tocar un coche, comenzó don Esteban, necesitan entender su historia, de qué año es, cuántos kilómetros tiene, quién era el dueño anterior. Un coche que fue taxi no es lo mismo que uno que solo fue al súper.

Un motor alemán no piensa como uno japonés o americano. Javier tomaba notas furiosamente. Miguel grababa la sesión con su celular con el permiso del maestro. Los otros mecánicos escuchaban con atención religiosa. Los alemanes, continuó don Esteban, son ingenieros brillantes pero arrogantes. Diseñan pensando en condiciones perfectas, autopistas bien mantenidas, gasolina de calidad premium, mantenimientos exactamente a tiempo. Pero aquí en México, especialmente en Guadalajara, con nuestros baches, nuestro tráfico, nuestra gasolina variable, esos diseños perfectos muestran sus debilidades. Abrió uno de sus cuadernos en una página marcada.

Miren, aquí tengo anotados todos los problemas recurrentes del motor N52 de BMWB. Este motor es excelente, pero tiene tres puntos débiles. El sistema de enfriamiento de plástico que se quiebra después de 8 años, la válvula de ventilación del cárter que se tapa y causa fugas de aceite y los solenoides de las válvulas que fallan causando ruido metálico. ¿Y cómo sabe cuál es cuál sin escáner? preguntó uno de los mecánicos jóvenes, un chico llamado Luis, que había empezado apenas 6 meses atrás.

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