La fama de esta hortaliza se debe a que es una excelente alternativa natural al uso de fármacos; esto gracias a la presencia de antioxidantes ricos en azufres, como la aliína.
Esta sustancia; la que anteriormente mencioné, no posee olor pero al hacer contacto con el oxigeno del aire, se convierte en alicina; la cual es la responsable del característico y penetrante olor que posee. Del mismo modo, la alicina se convierte en otros compuestos azufrados que poseen propiedades terapéuticas.
A través de los siglos, se le han atribuido innumerables propiedades terapéuticas; entre la que destacan las siguientes:
- Es un excelente antiséptico, antibiótico y antimicótico natural. Por este motivo, es un excelente aliado contra las infecciones.
- Es un gran depurativo, ayuda a eliminar toxinas del organismo y contribuye a la formación y regeneración de la flora intestinal.
- Baja la fiebre.
- Mejora la circulación de la sangre ya que funciona como anticoagulante.
- Es un antioxidante.
- Normaliza los niveles de glucosa en la sangre.
- Es rico en iodo, por lo que, ayuda a regular la función tiroidea.
- Posee efectos anticancerígenos.