La ropa que huele mal a menudo se debe a que se deja reposar en el tambor durante demasiado tiempo. Húmedo, apretado y enrollado en una bola, tiende a macerarse rápidamente y es una delicia para las bacterias. Por lo tanto, si utiliza una máquina, asegúrese siempre de programarla para que la ropa mojada se extienda rápidamente.