Aunque para los humanos puede ser vergonzoso, para los perros es totalmente natural. No obstante, si el comportamiento se vuelve excesivo o incómodo para ti o tus visitas, puedes entrenarlo para que no lo haga. Reforzar comandos como «siéntate» o «quieto» puede ayudarte a redirigir su energía sin castigarlo por un instinto natural.
En resumen
Cuando un perro huele tus partes íntimas, no está siendo grosero ni tiene una intención sexual: simplemente está usando su superpoder olfativo para conocerte mejor. Entender esto nos permite ver a nuestras mascotas con más empatía y curiosidad, en lugar de juzgarlas desde un punto de vista humano