Intente acostarse y levantarse a horas regulares, incluso los fines de semana. Esto regula naturalmente la producción de ADH.
Crea un ritual relajante
Un baño caliente, música suave o unas respiraciones lentas… Regálate un momento de tranquilidad antes de ir a dormir.
Apuesta por la moderación
- Reducir el consumo de agua 1 a 2 horas antes de acostarse,
- Coma una cena ligera , al menos dos horas antes de acostarse,
- Evite el café y el alcohol después de las 4 p.m.
Cuida el ambiente de tu dormitorio
Una habitación fresca, tranquila, sin pantallas ni luz azul (ni televisión ni teléfono), es la base de un sueño reparador .
Un último consejo: escucha a tu cuerpo.
Levantarse de vez en cuando no es nada de qué preocuparse. Pero si se vuelve sistemático, puede que sea el momento de revisar tu estilo de vida … o de abordar el estrés subyacente. Y si a pesar de todo los despertares nocturnos persisten, no dudes en consultar con un profesional de la salud.
Dormir sin descanso es redescubrir la continuación de un sueño que habíamos dejado pendiente: reparador, beneficioso e imprescindible.