«¿Pero qué se te ocurre, mostrarte en traje de baño a tu edad?» — preguntó la nuera. Pero la respuesta de la mujer mayor cambió para siempre la vida de toda la familia…

Unos días después, Andi fue a casa de Ilona. No buscó excusas, solo llevó una bandeja de dulce de requesón casero y tímidamente dijo:

— Sé que te herí. Nunca tuve un ejemplo de lo que significa la dignidad en la vejez… pero quiero aprender.

Fue solo el comienzo. La relación siguió tensa, pero ya no hostil. Ilona notó que Andi estaba cambiando. Pasaba más tiempo con su hija Katica y estaba más abierta.

Parte 4: Una nueva búsqueda de sentido

Andi trabajaba como analista financiera en una gran empresa. Allí solo importaban las ganancias rápidas y las apariencias. Un día, revisando antiguos informes, encontró un archivo titulado “Inversiones sostenibles”. Al principio le pareció aburrido, pero algo la atrapó.

Comenzó a informarse. Descubrió que en Hungría ese sector era poco conocido pero prometedor. Asistió a conferencias, leyó artículos y participó en un costoso evento del sector.

Allí conoció a Mihály, un joven experto reconocido con una visión muy diferente del dinero:

— El valor no está en la rapidez de la ganancia, sino en lo que logramos construir con ella — dijo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Parte 5: Frente a una encrucijada

Andi debía elegir: quedarse en el viejo trabajo, donde la ridiculizaban por sus ideas “verdes”, o arriesgarse y comenzar algo nuevo con Mihály. La opción era más incierta, pero mucho más significativa.

También habló con Ilona.

— ¿Y si fracaso? — preguntó con voz baja.

— Entonces aprendes y sigues adelante. El fracaso no es el fin, solo una curva en el camino — respondió Ilona. — Estoy orgullosa de ti, Andi. Orgullosa de que busques un sentido verdadero.

Andi aceptó la propuesta.

Parte 6: Siguiendo los verdaderos valores

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